La población residente en España se situó en 46.528.966 habitantes a 1 de enero de 2017, lo que supone 88.867 personas más que un año antes y el primer incremento desde 2011, según recoge la Estadística de Migraciones hecha pública este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El número de españoles aumentó en 81.975 personas, hasta los 42,1 millones, y el de extranjeros en 6.892, alcanzando los 4,4 millones. El INE apunta que en estos resultados influye el proceso de adquisición de nacionalidad española, que afectaría a 150.739 residentes.

Ese crecimiento poblacional fue fruto de un saldo migratorio positivo de 89.126 personas, dado que el saldo vegetativo, la diferencia entre nacimientos y defunciones, apenas fue de 259. El curso pasado 417.033 personas entraron en el país (un 21,9% más) mientras que 327.906 lo abandonaron (un 4,6% menos), lo que invierte una situación de márgenes negativos desde que la crisis empezara a hacer mella.

En el caso de los españoles, el saldo migratorio fue de –23.540 personas, menos negativo que en 2015, cuando se situó en –42.536. El saldo migratorio de los extranjeros fue de 112.666, positivo por segunda vez consecutiva y un 176,3% mayor que el del año anterior.

La emigración de españoles al extranjero apenas se reduce un 9% y fueron 86.112 los que abandonaron el país por 62.572 que volvieron (un 20,1% más respecto a 2015). De estos últimos, más de la mitad (35.348) habían nacido fuera.

La población española que llegó procedía sobre todo de Venezuela, Ecuador y Reino Unido. La que se fue lo hizo principalmente a Reino Unido, Francia y Alemania.

En cuanto a la población extranjera, España recibió 354.461 habitantes nuevos, un 22,2% más, mientras que 241.795 (-3%) decidieron salir.

La estadística del INE muestra también que la población subió en la franja de 40 a 74 años, entre los 10 y los 19, y en los mayores de 80. Por el contrario bajó en el grupo de 20 a 39 años, entre los menores de 10 y en el grupo de 75 a 79.

El número de habitantes de 95 años o más se situó en 104.469, lo que refleja una subida interanual del 10%. Es el grupo de edad que más crece y supera la barrera de los 100.000 por primera vez.

Por comunidades, el número de habitantes decreció en Castilla y León, Galicia, Castilla-La Mancha, Extremadura, Asturias, Aragón, Cantabria y La Rioja. Aumentó en el resto.

En términos relativos, Baleares fue la región que experimentó un mayor crecimiento, del 1,35%. Sus 15.312 habitantes más dejaron la cifra total en 1.150.839. Canarias se posiciona en segundo lugar con un incremento del 0,92%, o 19.696 personas en términos absolutos. Su población asciende así a 2.154.905. En tercer lugar se encuentra la Comunidad de Madrid, con el 0,8%. La región sumó 51.597 ciudadanos y llegó a la cifra de 6.475.872.

Las mayores caídas las registraron Castilla y León, con el 0,75% (18.657 personas); Extremadura, con un 0,67% (7.254), y Asturias, con un 0,62% (6.476). Esta comunidades quedaron así con 2.435.797, 1.077.715 y 1.034.449 residentes, respectivamente.

La rumana, la marroquí y la británica siguen siendo las comunidades extranjeras más numerosas, aunque las dos primeras se encuentran entre las que más nacionales han perdido en términos absolutos. Rumanía cuenta en España con 678.098 ciudadanos, casi 17.000 menos; Marruecos con 667.189 (-13.297) y Reino Unido con 294.295 (-2.113). Los mayores aumentos los registraron Italia, que llegó a los 203.118 (+11.500); China, hasta los 177.738 (+5.506), y Ucrania, a los 94.770 (+4.007).

Entre las 20 nacionalidades con mayor flujo migratorio, Colombia, con 16.808, y Venezuela, con 16.269, presentaron los mayores saldos positivos. En el extremo opuesto, nuevamente Rumanía, con -23.975, y Bulgaria, con -4.401.