València conmemora que hace 80 años fue "capital de la dignidad" en defensa de la cultura

  • El hemiciclo municipal ha rememorado el acto inaugural del II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura de julio de 1937.
  • A él acudieron autores como Rafael Alberti, Miguel Hernández, Antonio Machado, Luis Buñuel, Pablo Neruda o Ernest Hemingway.
  • El cónclave se inició en plena guerra civil y un día después de que València fuera bombardeada por la aviación rebelde.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig (c), la nieta del que fuera último presidente de la República, Carmen Negrín, y el alcalde de València, Joan Ribó (d), a su llegada al acto.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig (c), la nieta del que fuera último presidente de la República, Carmen Negrín, y el alcalde de València, Joan Ribó (d), a su llegada al acto.
JUAN CARLOS CÁRDENAS / EFE
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig (c), la nieta del que fuera último presidente de la República, Carmen Negrín, y el alcalde de València, Joan Ribó (d), a su llegada al acto.

El Ayuntamiento de València ha conmemorado este martes que en julio de 1937 fue la "capital de la dignidad", cuando acogió el acto inaugural del II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, que reunió a más de un centenar de escritores de 28 países.

La celebración ha tenido el mismo escenario, el hemiciclo municipal, en un acto presidido por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, y con la "presidencia simbólica" de Carmen Negrín, la nieta del presidente del Gobierno republicano que inauguró el congreso de 1937, Juan Negrín.

El cónclave, que se inició en plena guerra civil y un día después de que València fuera bombardeada por la aviación sublevada, reunió a autores como Rafael Alberti, Miguel Hernández, Antonio Machado, Luis Buñuel, André Malraux, Pablo Neruda, Octavio Paz, Tristan Tzara y Ernest Hemingway, y de él se conserva el testimonio de un informativo soviético, que se ha exhibido durante el acto.

El jefe del Consell ha destacado que ha sido un día de "inmenso valor simbólico" para los demócratas, para los que abrazan los principios republicanos y para los que rechazan la barbarie, y ha destacado la "trascendencia histórica" de un cónclave en el que compartió una preocupación común por la cultura universal amenazada.

Puig ha defendido que la conmemoración de este congreso, del que se celebra el primer acto, no tiene un carácter nostálgico, ni solo histórico, pues el odio y la intolerancia siguen siendo "el principal enemigo" de la Humanidad, y antes, como ahora, la mejor arma contra sinrazón es la cultura.

El president, quien ha recordado que en 1987, cincuenta años después de este congreso, se celebró en València el Congreso de Intelectuales y Artistas, al que asistieron algunos de los protagonistas de 1937, ha reivindicado la vigencia de la tolerancia, que nace de la cultura y los valores asociados a ella.

El alcalde de València, Joan Ribó, ha indicado que el congreso de 1937 fue "un gran acto de fraternidad", que congregó a un centenar de intelectuales de todo el mundo en un país en guerra y donde se defendieron valores como la resistencia ante la barbarie.

Ribó ha indicado que es un "orgullo" que el hemiciclo albergara a buena parte de la mejor intelectualidad mundial y que la pluralidad y la divergencia ocupara el lugar de la resistencia, y ha considerado que el reto es recuperar la "memoria silenciada"  y reflexionar sobre el papel de los intelectuales ante las nuevas amenazas.

El único documento sonoro de Negrín

Carmen Negrín ha calificado de "mítico" el congreso de 1937, que no se canceló ni por los bombardeos; ha desvelado que el único documento sonoro que queda de su abuelo es su intervención en la inauguración del cónclave, que hizo en francés; y ha reivindicado que la intelectualidad "es esencial para vivir".

Al acto han asistido familiares de escritores que estuvieron en el congreso, como Nicolás Guillén, José Bergamín y Ricard Blasco; miembros de la fundación Antonio Machado; representantes consulares de Cuba y de Francia, y la nieta de Max Aub, aunque este no participó por estar en París preparando el pabellón español en la Exposición Universal que acogería el Guernica de Picasso.

También se ha leído un extracto de una conferencia del historiador e hispanista Paul Preston, quien no ha podido asistir al acto por enfermedad, que lleva por título Escritores comprometidos y turistas literarios.

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