El president de la Generalitat Carles Puigdemont ha reestructurado la plantilla de consellers tras la crisis suscitada a raíz de los actos del 1-O. El president ha echado a 4 miembros del PDeCAT y blinda el Govern con un equipo férreo a favor del referendum de independencia.

Los cambios afectan Neus Munté de quien su salida del Govern no sería tanto por motivos de desconfianza o de dudas con el referéndum si no porque la consellera de Presidencia y portavoz del Govern se podrá perfilar como candidata por el PDeCAT en Barcelona para disputarle la alcaldía a Ada Colau.

Jordi Jané abandona la conselleria de Interior de quien dependen los Mossos d'Esquadra y la que ha recibido más quejas de parte de la CUP al preguntar qué papel jugarán los Mossos en el caso que se declare inconstitucional el referéndum.

La reorganización afectará también a la consellera de Enseñanza, Meritxell Ruiz, y al secretario del Govern, Joan Vidal de Ciurana. Según Carles Puigdemont "no he cesado a nadie" sino que los consellers salientes han decidido "dar un paso al lado" en este proceso.

En sustitución de Neus Munté entra en el Govern Jordi Turull como conseller de Presidencia y portavoz del Govern, hasta ahora presidente del grupo parlamentario de JxSí.

En sustitución de Jordi Jané se incorpora en el Govern Joaquim Forn como conseller de Interior, hasta ahora portavoz de CiU en el Ayuntamiento y mano derecha de Xavier Trias.

Y la titular de la consellería de Enseñanza será Clara Ponsatí, en sustitución de Meritxell Ruiz. Ponsatí es economista, catedrática en Escocia y miembro del secretariado de la ANC.

Los nuevos consellers tomen posesión del cargo la tarde de este viernes a las 17 horas en el Palau de la Generalitat.

Puigdemont ha explicado que él no ha querido "cesar" a nadie porque no tenía "motivos" ya que han hecho un trabajo "leal" y dejan un "balance extremadamente positivo", de manera que ha querido subrayar que han sido los salientes los que "han decidido dar un paso al lado".

El presidente catalán ha aseverado que "todos los consellers sin excepción" con los que ha hablado en las últimas horas para sondear su implicación en el referéndum han coincidido en "la necesidad de avanzar hacia el 1 octubre".

Sin embargo, Munté, Jané y Ruiz, y previamente Jordi Baiget, todos ellos del PDeCAT (antes CDC), han decidido no seguir al frente en el tramo final hacia un referéndum unilateral ante el que el Estado se plantea acciones políticas y judiciales.

Para tratar de evitar comparativas entre ERC y PDeCAT en cuanto a la entrega al proceso soberanista, Puigdemont ha dejado claro que el Govern es de Junts pel Sí, coalición previa a las elecciones que comparte un programa electoral, y que el Consell Executiu conforma "un solo equipo" que toma "decisiones solidarias y compartidas".

Un extremo que ha secundado Junqueras, que ha dicho que el PDeCAT y el resto de partidos soberanistas son "imprescindibles" para el proceso, y ha subrayado: "No hay consellers de PDeCAT, de ERC e independientes; hay consellers del Govern de Cataluña".

En la misma rueda de prensa sobre la reorganización del Govern, el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha anunciado que asume el área de procesos electorales, hasta ahora integrado en el Departamento de Gobernación de Meritxell Borràs, para así disponer del conjunto de competencias para coordinar el anunciado referéndum del 1 de octubre.

Así, Meritxell Borràs, objeto de una querella de la Fiscalía por el concurso de compra de urnas que quedó desierto, sigue al frente de Gobernación, aunque las competencias de procesos electorales pasan a Vicepresidencia.

En este sentido, Puigdemont ha criticado la querella contra Borràs que ha tildado de "abusiva" y ha subrayado que este traslado de competencias "nada tiene que ver" con la acción de la Fiscalía, ya que la consellera sigue en su puesto, y el Govern "es y será solidario en las decisiones" que se toman en su seno.

En cuanto a las urnas, Puigdemont ha dicho que están "conjuradísimos" en tener urnas el 1 de octubre y ha dicho que "lo "importante no es el procedimiento" para adquirirlas, sino que "haya urnas y se usen".

Junqueras ha explicado, por su parte, que "todos los miembros del Govern acordarán conjuntamente y firmarán los acuerdos necesarios para que los catalanes voten el 1 de octubre".

El vicepresidente ha concretado que asume el área de procesos electorales, con lo que podrá proceder a la compra de urnas, y hará la "coordinación política" del referéndum, como de hecho "ya se venía haciendo", en coordinación con el presidente de la Generalitat y el nuevo secretario del Govern, que será Víctor Cullell.

La portavoz del Secretariado Nacional de la CUP Núria Gibert ha celebrado este viernes que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, "haya apartado a los sectores más autonomistas" del Govern que tenían dudas sobre el referéndum, y ha confiado en que el nuevo Ejecutivo sea el de la ruptura con España.

En una rueda de prensa desde el Parlament, ha considerado que estos cambios demuestran que las dudas que tenía la CUP sobre que el Govern no estaba cohesionado con el referéndum eran del todo fundadas: "No era el Govern de la ruptura. No había un Govern cien por cien comprometido con el referéndum y es preocupante".

Gibert ha pedido a Puigdemont que éste sea "el Govern definitivo para la última pantalla" del proceso soberanista: convocar el referéndum, ganarlo, y declarar la independencia de Catalunya del resto de España sin más dilaciones.

La CUP también ha exigido al PDeCAT que ponga orden en los ayuntamientos y en sus estructuras territoriales y también aparte a los que no se vean con fuerzas para afrontar el referéndum: "Los que no se vean capaces de cumplir la palabra dada, que den un paso al lado de forma inmediata".

Han pedido que no se vea la marcha de los tres consellers como un sacrificio personal: "Perder la silla no es un sacrificio en un país con más de 400.000 ejecuciones hipotecarias", y ha asegurado que es un evidencia que el Estado hará todo lo que pueda para frenar el referéndum.

Con estos cambios, la CUP ve demostrado que no son ellos los que han puesto obstáculos al proceso soberanista --"palos en las ruedas", ha dicho--, sino que era el propio Govern quien se frenaba porque no todos sus miembros estaban convencidos de lo que hacían, a su juicio.

La CUP ha puesto el foco en el nuevo conseller de Interior, Joaquim Forn, y en la de Enseñanza, Clara Ponsetí: al primero le ha pedido que los Mossos d'Esquadra "no interfieran" contra el referéndum; a la segunda, que garantice que las escuelas catalanas estarán al servicio de la votación del 1-O.

Preguntados por si les hubiera gustado entrar a formar parte del Ejecutivo para blindar el referéndum, ha replicado "que no es un debate que sea necesario a estas alturas", y ha reivindicado su papel en el Parlament para garantizar que el proceso soberanista avance.

La líder de Cs en Catalunya, Inés Arrimadas, se ha referido al cambio de tres consellers en el Govern como un capítulo más de la crisis interna del ejecutivo liderado por Carles Puigdemont, al que ha acusado de no importarle el currículum y la experiencia profesional de los consellers al nombrarlos y solo querer "consellers de la independencia".

En rueda de prensa este viernes en el Parlament, ha afirmado que lo único que le importa es que sean independentistas, no expresen sus dudas y tengan el carné de la ANC: "Ya hemos visto cómo la ANC colonizó la lista de JxSí y el Parlament y ahora vemos cómo está colonizando el Govern", ha dicho.

Ha sostenido que es una mala noticia para los que quieren que en Catalunya funcione bien la sanidad, el empleo y la lucha contra la corrupción, ya que el Govern actual no tiene ni proyecto, ni consenso interno, ni cobertura legal: "Lo único que le queda a Puigdemont es asumir el fracaso" del proceso independentista y convocar elecciones autonómicas, ha defendido.

"Pedimos urnas de verdad" para cambiar de Govern y no de pasaporte, ha dicho, y ha añadido que este mismo viernes Oriol Pujol --al que se ha referido como compañero de partido de Puigdemont-- ha asumido una pena de dos años y medio de cárcel y ha reconocido que cobró mordidas, por lo que ha opinado que la corrupción tiene mucho que ver con la deriva de los independentistas.

Se ha referido al nuevo conseller de la Presidencia, Jordi Turull, que ha dicho que ponía la mano en el fuego por Oriol Pujol acompañándolo a declarar ante los tribunales, y se ha preguntado si también lo acompañará a la cárcel, mientras Puigdemont trata de "que sean noticia las esteladas" para que no se hable de corrupción.

Ha asegurado que el presidente de la Generalitat ha asumido las tesis de ERC y cuando llegue "el fracaso del referéndum" será el PDeCAT el que sea señalado por el dedo acusador, por lo que le ha acusado de hacerle fácil el juego al vicepresidente, Oriol Junqueras.

El portavoz de SíQueEsPot, Joan Coscubiela, ha asegurado este viernes que la crisis de gobierno del Ejecutivo catalán con el cambio de tres consellers es "una huída hacia delante" del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que no beneficia a poder celebrar un referéndum con garantías e inclusivo.

En rueda de prensa en el Parlament, ha dicho que esta segunda crisis de gobierno en pocos días no es para mejorar políticas sino "en clave interna, de lucha de poder" en JxSí, y ha considerado que no acaba con la situación de desgobierno y desquicio en el Ejecutivo catalán.

Ha asegurado que la estrategia de huída hacia adelante no es una solución, y ha considerado que Puigdemont se presenta como "un gigante mediático con pies de barro políticos", señalando que las destituciones no son una forma de ilusionar y cohesionar de cara al referéndum.

Ha criticado que se está a 78 días del referéndum sin censo ni reglas de debate democrático, y que cada día que pasa "se aleja más del referéndum inclusivo y eficaz, y se acerca a un callejón sin salida".