La magia y los ambientes fantasmagóricos del nuevo espectáculo de James Thierrée, La grenouille avait raison, aterrizan mañana en el Teatre Lliure, dentro del Grec Festival, con una historia sobre relaciones familiares dirigida a toda la familia.

Nieto de Charles Chaplin e hijo de Victoria Chaplin y Jean-Baptiste Thiérrée, fundadores del Cirque Bonjour, James lleva años pisando los escenarios con unas creaciones artísticas marcadas por un lenguaje único en el que se combinan artes escénicas diversas.

Tal como explica él mismo, en este montaje, en el que una rana tiene su peso, "hay misterios minúsculos que engullirán otros más grandes. Hablaremos de pasada de una criatura subterránea que, curiosa con los hombres, confió en ellos y fue traicionada, con el corazón roto a pedazos".

A la vez, se verá "a un grupo de hermanos y hermanas secuestrados y encarcelados, bajo la vigilancia de un calidoscopio temperamental".

En la obra se exploran las relaciones familiares, en una escenografía onírica que remite "a un mundo de tecnologías anacrónicas e inventos futuristas de un pasado alternativo".

Con una duración de unos noventa minutos, el espectáculo se podrá ver en dos funciones, este miércoles y el día 27 en la Sala Fabià Puigserver del Lliure.

James Thierrée tiene en su haber reconocidos espectáculos como Symphonie du hanneton o la inclasificable La Veillée des Abysses, con la que inauguró la temporada 2007-2008 del Teatro Nacional de Catalunya (TNC).

También es el artífice de Au revoir parapluie, Raoul, que se pudo ver en el TNC en 2011, o de Tabac rouge, con el que abrió el festival Terrassa Noves Tendències (TNT) de 2014.

A lo largo de su trayectoria, el artista, nacido en la ciudad suiza de Lausana, ha trabajado con grandes nombres de la escena como Peter Greenaway, Robert Wilson o el pianista Carles Santos.