España ha recuperado un 70% de los empleos perdidos durante la crisis, pero no puede presumir precisamente de estar rescatando los sueldos en la misma medida.

El país se tiró en brazos de la moderación salarial durante la Gran Recesión para elevar su competitividad y dinamizar la economía. Los sueldos disminuyeron un 0,7% de 2008 a 2014, todo un golpe al bolsillo de los ciudadanos que veían cómo, en ese mismo período, su cesta de la compra se encarecía un 8%. En otras palabras, el poder adquisitivo de los españoles se erosionó 8,7 puntos. Menos sueldo para adquirir productos más caros.

La recuperación prometía revertir la situación pero el ritmo, de momento, está siendo muy lento. El INE ha publicado este martes el Índice de Precios del Trabajo de 2015, un indicador estrenado el año pasado por el organismo estadístico para medir la evolución del precio de la mano de obra.

Hace dos años, explica Estadística, los salarios avanzaron un 0,7%, una décima menos que la subida de 2014. Se trata del segundo ascenso consecutivo después de tres ejercicios (2011, 2012 y 2013) que vieron encoger las retribuciones de los trabajadores españoles.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)

Teniendo en cuenta ese aumento de salarios del 0,7% y que la inflación anual media ese año perdió cinco décimas, los españoles recuperaron 1,2 puntos de poder adquisitivo en 2015. A este ritmo, se necesitarían otros siete para igualar el poder de compra que existía antes de la crisis.

Fuente: INE. IPT (base 2008) e IPC (base 2016)

Fuente: INE. IPT (base 2008) e IPC (base 2016)

Esa es una de las grandes protestas de los sindicatos, que anuncian un "otoño caliente" si el Gobierno y los empresarios no empujan hacia una recuperación más rápida del poder de compra de los españoles y dejan de lado, según ha asegurado este mismo martes el secretario general de CCOO, Unai Sordo, unas políticas que "salvaguardan los beneficios empresariales".

Sindicatos y empresarios baleares acaban de aprobar un convenio para la hostelería que implica una subida salarial acumulada del 17% en cuatro años: un 5% de alza los dos primeros y un 3,5% los siguientes. Todo un referente para la negociación del acuerdo nacional que está estancado porque los sindicatos piden una subida anual del 1,8% al 3% con una cláusula de garantía en función del IPC, mientras que los empresarios no pasan de una horquilla del 1,2% al 2%, con un plus de 0,5 puntos en función de la productividad en cada sector.

"Exigimos un aumento real de los salarios a partir de 2018, hasta establecer por convenio un suelo mínimo de 1.000 euros, con el fin de compensar la pérdida de poder adquisitivo perdido en estos años atrás y consolidar el crecimiento sobre unas bases más sólidas", aseguran por su parte desde UGT. "Los salarios persisten en niveles de miseria y la gran mayoría de las familias trabajadoras siguen con grandes dificultades para llegar a fin de mes".