La coordinadora provincial de IU León, Eloina Terrón, ha explicado que la única información que facilita la Junta de Castilla y León es que para ser operado hay que esperar de media 89 días, "pero el tiempo de media para una radiografía o para una resonancia magnética parecen ser secretos de estado, pues la Junta se niega a facilitar la lista de espera para pruebas diagnósticas".

Lo cierto es que "no sólo han aumentado las listas de espera para una intervención quirúrgica, sino también para consultas y pruebas en la sanidad pública, lo que alimenta el negocio de la sanidad privada con las políticas de recorte en personal médico y atención sanitaria de la Junta", ha aseverado Eloina Terrón.

La consecuencia directa de estas "altas demoras" para las primeras consultas supone que el diagnóstico no se produce, como mínimo, hasta cuatro o cinco meses después de la solicitud, además, la primera consulta suele llevar aparejada una prueba, "que también tiene un alto nivel de demora", y tras ella, una nueva cita con el especialista para que diagnostique un problema de salud "tras a veces un año de espera", ha explicado la responsable de IU.

Estos pacientes en demora ven a veces que la única solución es acudir a urgencias en busca de una rápida atención, con lo que a su vez "se satura este servicio y se produce un mayor colapso", ha aseverado Terrónquien considera que esta situación es "la pescadilla que se muerde la cola".

"Tras los recortes la sanidad pública de Castilla y León ha multiplicado por diez las listas de espera para la realización de pruebas diagnósticas", y ha pasado de las 2.300 personas registradas en 2011, a las 19.384 en junio de 2017.

Ha aumentado también, "casi el triple", la lista de espera para una consulta de médico especialista, desde 52.000 pacientes en 2011 hasta los 129.714 de junio de 2016.

Además, "el denominado Plan Pericles para reducir las listas de espera, es un plan para maquillar el problema", ha denunciado Eloina Terrón, ya que "los datos muestran un aumento de las listas en consulta especializada de un 21,4 por ciento y del 12,6 por ciento en pruebas diagnósticas en tan sólo un año, lo cual influye en el incremento exponencial de la lista de espera quirúrgica.