Renault trabajará en el vehículo conectado del futuro con Scoop

El proyecto europeo Scoop se inició en 2014 y entra ahora en su fase de rodaje, gracias a la flota de 1.000 unidades del Renault Mégane que se fabrica en la factoría que posee el grupo francés en Palencia.
El proyecto europeo Scoop se inició en 2014 y entra ahora en su fase de rodaje, gracias a la flota de 1.000 unidades del Renault Mégane que se fabrica en la factoría que posee el grupo francés en Palencia.
RENAULT
El proyecto europeo Scoop se inició en 2014 y entra ahora en su fase de rodaje, gracias a la flota de 1.000 unidades del Renault Mégane que se fabrica en la factoría que posee el grupo francés en Palencia.

El fabricante francés de automóviles Renault participa en el proyecto piloto Scoop, que busca desplegar, en condiciones reales de circulación, la conectividad entre vehículos y de estos con las infraestructuras, según informó la empresa en un comunicado.

La compañía explicó que en esta iniciativa colaboran el Ministerio de Transición Ecológica y Solidaria de Francia, así como los gestores de las infraestructuras, las universidades y también los centros de investigación y estudios científicos.

Renault señaló que entra a formar parte de este proyecto con el objetivo de probar las nuevas tecnologías de su modelo Mégane y afirmó que con esta iniciativa logra que sus clientes de flotas participen en un experimento relacionado con los vehículos conectados del futuro.

La responsable del proyecto Scoop en Renault, Christine Tissot, apuntó que la meta prioritaria es proponer a sus clientes de flotas unos vehículos que mejoren la seguridad en las carreteras, además de conseguir un flujo circulatorio "más fluido".

De esta forma, una flota de modelos Mégane estará equipada con el protocolo Scoop, de manera que equipará tecnologías que preparan los vehículos autónomos y conectados del futuro, con dispositivos que recogen y analizan diferentes informaciones.

En el caso de que se detecte un problema, el vehículo emite de forma automática un mensaje de alerta a los demás automóviles equipados con Scoop y también hacia las estructuras fijas situadas en las carreteras.

Este proyecto europeo se inició en 2014 y entra ahora en su fase de rodaje, gracias a la incorporación de una flota de 1.000 unidades del Renault Mégane, que se fabrica en la factoría que posee el grupo francés en Palencia.

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