Los aficionados a la lomografía están de enhorabuena. Tras su paso por Barcelona hace unos meses el espacio B The Travel Brand Xperience de Madrid, en colaboración con Lomography Spain, presenta la exposición Viajes analógicos. Esta muestra, que podrá visitarse hasta el 13 de enero, exhibe las 18 fotografías que resultaron ganadoras en el concurso homónimo que tuvo lugar en octubre de 2016, en el que los participantes compartían las mejores instantáneas de sus viajes.

En paralelo a la exposición se podrán disfrutar una serie de actividades relacionadas con la fotografía analógica y el vídeo de viaje. El 12 de diciembre habrá un taller donde se enseñará a construir una cámara estenopeica, el 18 será el montaje de un set fotográfico de temática navideña para fotografiarlo y crear después felicitaciones, el 20 un taller de edición y locución de vídeo de la mano del canal de YouTube DePaseoPor y finalmente, el 21, un taller de transferencias de imágenes fotográficas.

Todas estas actividades son gratuitas y para inscribirse solo es necesario enviar un email a flagship.xperience@bthetravelbrand.com para reservar plaza.

El origen de la lomografía es uno de los más curiosos de la historia de la fotografía. En 1980 los servicios de inteligencia soviéticos inauguraron la empresa estatal LOMO. El objetivo era crear una cámara compacta que pudiese servir para que los agentes de la KGB realizaran fotografías de un modo rápido e inadvertido.

Una década después, en 1991 dos estudiantes austriacos Matthias Fiegl y Wolfgang Stranzinger adquirían en un mercadillo una cámara de tomografía Lomo LC-A durante un viaje a Checoslovaquia. Sus resultados llamaron tanto su atención que decidieron crear un año después la Sociedad Lomográfica, con la intención de exportar al resto del mundo las virtudes de este tipo de cámaras.

El fenómeno de la lomografía se extendió como la pólvora, consiguiendo muchísimos adeptos. Hoy en día se la considera un movimiento artístico y hay numerosas tiendas, galerías, grupos y concursos que difunden su arte.

Sus tres características fundamentales son la imprevisibilidad (lo que aporta un componente de enganche a los usuarios de las cámaras lomo), las fugas de luz que suelen aparecer en estas fotografías y la lente de plástico, responsable en gran parte de la calidad de las imágenes: viñetas, colores saturados, matices y demás.