"He tenido muchas vivencias con él, desde allá en Bruselas, hasta acá en España. Fue uno de los primeros que inauguró el teléfono dorado", ha explicado el sacerdote, en referencia al servicio que él mismo puso en marcha para que las personas mayores pudieran ser escuchadas.

El Padre Ángel ha realizado estas declaraciones durante su visita a la capilla ardiente de Marín, instalada en el Congreso de los Diputados, en donde también ha señalado que el fallecido era "un gran hombre". "La prueba de que era un gran hombre es que, cuando le tenemos que despedir, se nos enjugan los ojos de lágrimas", ha reconocido ante los medios.

Del mismo modo, ha señalado que su visita busca agradecer al expresidente de la Cámara Baja haber sido la persona que fue. "Le queríamos mucho. Que Dios lo acoja", ha concluido el Padre Ángel.