El nacimiento monumental, complementado este año con la publicación de un libro con motivo de su 25 aniversario, cuenta con 105 escenas diferentes y diez kilómetros de cableado que repasan la historia de la Biblia, desde El Génesis al Apocalipsis.

Así, el belén recrea a lo largo de su exposición la creación del mundo y los pasajes más importantes del Antiguo Testamento, para centrarse posteriormente en los Evangelios con el nacimiento de Cristo, su infancia, vida pública, pasión, muerte, resurrección y ascensión a los cielos y finalizar con pasajes de los Hechos de los Apóstoles, desde la llegada del Espíritu Santo hasta el Apocalipsis.

Las novedades de este año se vinculan a 36 nuevas figuras, hechas a mano al igual que el resto de las que configuran la exhibición, y a la remodelación de tres escenas, una maqueta de 40 metros cuadrados de la ciudad de Alejandría, el palacio de los filisteos destruido por Sansón y el salón del trono del palacio del Rey Salomón.

El Regimiento de Transmisiones, según han apuntado desde la organización, comienza en junio con los preparativos necesarios para el montaje, que luego conlleva un trabajo de aproximadamente un mes y medio.

Para su traslado a la Seo burgalesa han sido necesarios 23 camiones, mientras que en su montaje, en el que se han empleado a 30 personas, se han utilizado diez kilómetros de cable eléctrico, 166 focos para la iluminación, más de 460 puntos de luz, 18.000 vatios de potencia y 1.800 figuras, de las que 50 están dotadas de movimiento.

La exhibición de este belén monumental cuenta, además, con un montaje audiovisual en el que la lluvia, la niebla, la tormenta, el viento, el día y la noche, un volcán en erupción y el humo de las chimeneas también son protagonistas.

El dinero recaudado con el libro conmemorativo del 25 aniversario del nacimiento, un ejemplar de 350 páginas y cerca de 300 fotografías, se destinará junto al recaudado por la entrada a la restauración de la Catedral y las entidades sociales Apace, Burgosmarka y Cáritas Castrense.