En 1969 el escritor francés de culto George Perec (1936-1982) publicaba su novela La Disparition (traducida aquí como El secuestro). Este autor, que siempre defendió la experimentación, las limitaciones formales como forma de creación y, sobre todo, el firme propósito de no repetirse en dos libros, rizó el rizo con esta obra compleja cuyo desafío suponía la desaparición total (como el propio título de la obra ya indica) de la letra "e" (la más usada en el francés), que no aparece en todo el texto.

Tomando como fuente de inspiración este libro, Ignasi Aballí (Barcelona, 1958) compuso su serie Desapariciones (2002), que ahora es objeto de una exposición en el IVAM de Valencia y podrá verse hasta el próximo 4 de marzo. Aballí -que inició su carrera como artista conceptual en los años 80 y que a lo largo de este tiempo ha confrontado lo visible y lo invisible a través de la invención y reorganización de textos, imágenes y materiales-, da forma aquí a 23 carteles que publicitan películas, cuyos guiones fueros escritos por Perec pero que en su inmensa mayoría nunca llegaron a ver la luz en forma de filmes.

"Hay un interés general en casi todos ellos por la ausencia, lo invisible, el rastro, el paso del tiempo, en muchos de ellos de hecho no se ve nada o no podemos deducir cuál es el contenido del cartel, está vacío. Por ejemplo vemos alguno en el que el cartel muestra un cartel que se ha caído y vemos la parte que está en blanco, otro que tiene un papel doblado tampoco podemos saber qué contenido tenía ese papel, o una peana que no tiene nada encima solo una capa de polvo o el libro sin escribir", dice el autor. La película es, pues algo a lo que el espectador deberá dar forma en su imaginación.

El artista barcelonés dice compartir con Perec su fascinación por "el ruido de fondo, eso que no percibimos nunca, pero que, cuando le prestamos atención, resulta ser muy interesante y complejo". Y de esta manera trabaja en esta serie con diversos elementos provenientes del cine para llevar a cabo una reflexión acerca de las funciones de las imágenes en la sociedad contemporánea. De hecho, él mismo ha explicado que a pesar del exceso de imágenes que imperan en la sociedad actual podemos atribuirles, sin embargo, una escasez de significados.

Aballí corta y pega titulares de noticias o fragmentos de revistas, de hecho, la mayoría de las imágenes que ilustran cada película son imágenes que recogió de otras obras suyas anteriores, de proyectos que quedaron apartados, inconclusos o en una caja de recortes. Todos los carteles remiten a una ausencia: recuadros negros que tapan imágenes, textos tachados, un papel doblado que oculta si hay algo escrito o dibujado, un puzzle blanco...

La muestra se acompaña con otras dos piezas. Por un lado, el vídeo Disparition (2002) de 180 minutos de proyección en bucle, en el que todas las imágenes en blanco y negro han aparecido en la prensa y mantienen el mismo nexo común: la desaparición. Siempre hay una cara oculta, un rostro velado o vetado por el maquillaje, por la sombra que le rodea o porque está de espaldas. De nuevo, una alusión a Perec, que cuando quiso adaptar La Disparition al cine propuso que los personajes apareciesen sin rostro.

Y por último, la obra Sinopsis II (película sin fin), 2009: ocho fotografías con textos en los que se describen situaciones violentas que han sido grabadas por cámaras de seguridad, como un atraco o unos jóvenes que prenden fuego a un indigente en un cajero automático, hechos reales relatados en la prensa. La referencia a la desaparición, la ocultación y el cine o la imagen en movimiento continúan, por tanto, presentes en esta pieza.