El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha encabezado este jueves la manifestación independentista convocada por la ANC y Òmnium Cultural en Bruselas.

Antes de incorporarse a la marcha, el presidente cesado ha entrado en una carpa y ha hablado con familiares que se han desplazado a la capital belga para participar en este acto, que ha finalizado con los discursos del propio Puigdemont y de la "número dos" de ERC, Marta Rovira.

Puigdemont se ha dirigido a los asistentes primero con un mensaje de "ánimo para todos los que están en prisión". El expresidente añadió que "la Cataluña que se moviliza es la mejor cara de Europa, porque somos la Cataluña de la dignidad".

Criticó al Gobierno porque "no respeta los valores de Europa". Asimismo, pidió que "España respete los derechos de los ciudadanos" y aseguró que "el 21-D diremos en Europa que así no".

Según la policía belga, tomaron parte en la movilización unas 45.000 personas. La primera estimación la ha hecho la portavoz de la policía de la capital belga, Ilse Van de Keere.

Aunque los manifestantes estaban convocados a las 10.30 horas, desde primera hora de la mañana decenas de personas con esteladas a la espalda se desplazaban al punto de partida utilizando la red de metro, dónde se les ha podido ver sobre todo en las estaciones más próximas al barrio europeo por dónde discurrirá la marcha.

En las redes sociales los participantes han ido compartiendo fotografías de sus desplazamientos, para los que algunos no alojados en Bruselas han utilizado el tren o el autobús, en las que se puede ver a numerosos grupos de personas con banderas.

"Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña", dijeron Carles y Rosser, una pareja de Reus, que explican que temían no llegar a tiempo a la marcha debido a que han viajado en autobús y a primera hora se registraba un gran atasco de entrada a la capital belga.

Al final de la marcha, los dirigentes que se acercaron hasta la capital belga tuvieron unas palabras para los manifestantes. Marta Rovira leyó unas palabras escritas por Oriol Junqueras, que permanece en prisión, en las que el exvicepresidente pedia que "no desfallezcáis nunca, no me siento solo".

Rovira hizo una referencia al Gobierno central: "Tienen miedo, volveremos a ganar". Explicó que "no quieren la democracia" y dudó de si "pensaban que con medio Govern en el exilio se iban a salir con la suya".

Alcoberro, de la ANC, recalcó que "el nuestro es un movimiento pacífico al que el Estado español ha respondido judicialmente".

Además, puso en valor el hecho de que "es necesario que Europa despierte", algo a lo que se ha sumado Marcel Mauri, de Omnium, que recordó que "quienes están en la cárcel son nuestros amigos" y que "hay que decir no a la represión y a los presos políticos".

De los exconsellers que se encuentran en Bruselas la primera en hablar fue Clara Ponsatí. "Estamos aquí para decir que merecemos nuestra libertad", dijo.

Puig y Serret avisaron de que "en Cataluña queremos decidir, y por eso seguiremos adelante". Afirmaciones que contaron con los aplausos y gritos de los congregados, a quienes Toni Comin agradeció su presencia: "Es mucha la fuerza que nos dais" y agregó que "Europa se juega el alma dependiendo de lo que haga en Cataluña" y "a nosotros no nos destituye el fascismo".

Los organizadores esperaban que más de 20.000 personas asistieran a la marcha (la policía belga ha cifrado la afluencia en 45.000 personas) y ha estado encabezada -además de por Puigdemont- por la número dos de ERC, Marta Rovira, por los líderes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, Marcel Mauri y Agustí Alcoberro, respectivamente, y por el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián.

La policía de Bruselas ha reforzado el dispositivo de seguridad, en particular para gestionar la movilidad en la zona, y los efectivos locales estarán apoyados por policía federal, según informa la agencia local Belga.

Según ANC y Òmnium, además de los vuelos comerciales y los vehículos particulares, se han movilizado 250 autocares y al menos 5 vuelos chárter para facilitar el traslado de los manifestantes a Bruselas.

Algunos llevaron pancartas con el lema "libertad para todos los presos políticos" y se escucharon gritos de "Puigdemont es nuestro presidente".

El Parque del Cincuentenario de Bruselas, punto de inicio de la marcha, se llenó de manifestantes que aguantaron bajo la lluvia, cubiertos con chubasqueros, portando lazos amarillos y esteladas.

Una estelada de unos 40 metros de largo fue cargada a lo largo del recorrido, mientras varios autobuses no han logrado llegar aún al punto de partida debido al atasco que persiste en las entradas a Bruselas.

Bajo el lema "Europe wake up, democracy for Catalonia" (Europa, despierta, democracia para Cataluña) y en un ambiente festivo y reivindicativo, los manifestantes llegaron hasta con dos horas de antelación al punto de encuentro.

Se pudieron leer ya pancartas con mensajes en inglés, francés y catalán en apoyo al independentismo: "1 de octubre, ni olvido ni perdono", "UE, no tenéis vergüenza?" o "No nos rendiremos".

El circuito trazado les permitió recorrer el barrio europeo y pasar cerca de las principales instituciones de la Unión Europea (Comisión Europea, Consejo y Parlamento Europeo), aunque no llegaron a concentrarse ante ellas porque el acceso a la plaza de Schuman en la que se encuentran no se les ha permitido, pese a haberlo solicitado.

El candidato del PPC a la Presidencia de la Generalitat, Xavier García Albiol, ha acusado este jueves al independentismo de trasladar la imagen de división y "ridículo" de la política catalana al corazón de Europa, con una manifestación que, en su opinión, "tiene un punto de fanatismo".

En un acto en el barrio de Sant Cosme de El Prat de Llobregat (Barcelona) Albiol se ha mostrado muy crítico con el acto que independentistas catalanes llevarán a cabo este jueves en Bruselas. El líder popular ha afirmado que miles de catalanes se han trasladado hasta la capital de Europa "empujados por el presidente más nefasto que ha tenido la historia de Cataluña", para defender a "un señor que ha intentado llevar a cabo un golpe de Estado", y que hoy se va a vivir allí "un espectáculo de lo más esperpéntico".

"Es una realidad paralela a los problemas reales de los ciudadanos que pone en evidencia, a ojos de toda Europa, que hay una parte de la población catalana, que por suerte no es mayoritaria, que se ha dejado llevar por un encantador de serpientes, un irresponsable que ha llevado a Cataluña a la decadencia y la máxima fractura social", ha manifestado.

Albiol ha descrito esta manifestación como "una peregrinación de personas que siguen casi religiosamente a Puigdemont" y ha expresado su preocupación por la "triste y lamentable" imagen que va a proyectar la política catalana.

"Es de los mejores ejemplos de fractura que ha provocado Puigdemont y el independentismo en los últimos años", ha apuntado Albiol, que considera que esta manifestación, a quien hace realmente daño, es a la propia sociedad catalana, que va a quedar "en ridículo" ante los ojos de toda Europa.

En este sentido, desde el Gobierno han avisado a los presentes en la marcha de Bruselas que "están allí precisamente gracias a su DNI español".

El vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, afirmó este jueves que las protestas relativas a la situación de Cataluña "no son de sentido único", en referencia a la manifestación por la independencia que tiene lugar en Bruselas y a las marchas constitucionalistas en España en el último mes.

"No es una protesta en sentido único si tenemos en cuenta lo que hemos visto en las calles de Barcelona este último mes", dijo en rueda de prensa Timmermans, quien afirmó haber encontrado en su camino hacia la sede de la Comisión a manifestantes "con una atmósfera muy positiva y determinada".

El tambiém comisario europeo para el Estado de Derecho indicó que siempre se interesa si los ciudadanos "sienten el deseo de bajar a la calle para expresar una opinión" y añadió que "hemos visto ya millones de españoles y catalanes expresarse de los dos lados".

Timmermans insisitó en que todo ciudadano tiene el derecho de "organizarse" y "expresar una ambición política" pero respetando el Estado de Derecho.

"Si uno no está de acuerdo con la ley puede cuestionarla, organizarse para cambiar la ley o la Constitución. Lo que no es permisible en un Estado de Derecho es simplemente ignorar la ley (...) utilizar una expresión democrática como razón para ignorar la ley", reiteró.

El vicepresidente comunitario insistió en que si se acepta que quien tiene la mayoría "decide qué dice la ley sin respetarla", este razonamiento puede después invertirse y acabar siendo utilizado contra esas mismas personas y sus derechos una vez que cambien las mayorías".

"El Estado de Derecho protege a todo el mundo, mayoría o minoría", incidió.