Propuestas para vivir la Navidad más deslumbrante en París, la ciudad de la luz

Con la entrada de la época invernal y el comienzo de las festividades navideñas, la conocida como ciudad de la luz se transforma. Miles de bombillas alumbran las calles de París, los escaparates se visten de gala, las cenas festivas se disparan y los mercados navideños pueblan las plazas de la ciudad.

La capital francesa espera alcanzar este año los 34 millones de turistas y la época navideña es uno de los reclamos turísticos más importantes. Extranjeros de multitud de nacionalidades viajan a París para admirar la mágica decoración, famosa en gran parte del mundo.

Una de las calles más fotografiadas durante estas fechas es la avenida de los Campos Elíseos, cerca de dos kilómetros adornados con luces brillantes distribuidas en los grandes árboles del paseo y que este invierno persiguen simular una lluvia de estrellas fugaces.

Otra estampa navideña imprescindible es el paseo por la lujosa avenida Boulevard Haussmann, repleta de lujosas tiendas; la icónica plaza Vendôme y la avenida Montaigne. Para no perderse ninguna de las suntuosas iluminaciones, Open Tour París ofrece un recorrido especialmente diseñado para contemplar la decoración navideña desde un autobús panorámico.

También se puede conocer el París iluminado desde un barco por el río Sena. Los Bateaux Parisiens ofrecen recorridos por el río, tanto por el día como a la caída del sol. Además, el visitante puede cenar dentro de las embarcaciones, que están acristaladas para que los pasajeros puedan ver monumentos tan característicos como Notre Dame o la Torre Eiffel.

La gran iluminación de árboles y monumentos compite con la de tiendas, restaurantes y centros comerciales. En Navidad, los escaparates se convierten en un espectáculo y los más famosos de toda la ciudad son los de las Galerías Lafayette, en la ya mencionada avenida Boulevard Haussmann, y que este año recrean la atmósfera de un parque de atracciones de principios del siglo XX.

Además de pasear entre los cientos de productos de las lujosas marcas de las galerías, es muy recomendable visitar la azotea del centro comercial, desde donde se obtiene una vista panorámica de París.

Los apasionados por las compras también pueden visitar Le Bon Marché, uno de los almacenes más antiguos, o Primtemps, un centro comercial de marcas de lujo. Y los mercados navideños también son un lugar ideal para las compras. Entre los más destacados, el que se encuentra alrededor de la Catedral de Notre Dame, el ubicado a los pies de la Torre Eiffel o el mercadillo Les Halles, en el barrio que lleva el mismo nombre.

Uno de los lugares más visitados de Francia, Versalles, también se viste de fiesta en la época invernal. A 20 kilómetros del centro de la ciudad, esta bonita ciudad ha instalado por primera vez un mercado navideño.

Sin embargo, la atracción principal de Versalles es su palacio, Patrimonio Mundial de la Humanidad desde hace 30 años. Se trata de uno de los edificios más importantes del arte francés del siglo XVIII, tanto por su belleza como por la historia que representa. Los sucesivos reyes que habitaron las salas fueron enriqueciendo el palacio año tras año, hasta que la revolución francesa acabó con la monarquía absolutista.

Destacan por su belleza la Galería de los Espejos, con más de 300 espejos, y los Grandes Aposentos del Rey y la Reina, que trasladan al visitante el estilo de vida que llevaron los grandes reyes franceses. Los jardines de Versalles, de más de 800 hectáreas, son casi tan valiosos como el palacio en sí mismo, diseñados por el jardinero del rey Luis XIV, André Le Nôtre.

Actualmente y hasta el 7 de enero, el visitante puede contemplar en el palacio de Versalles la exposición ‘Voyage d'hiver’, en la que 17 artistas muestras sus esculturas, cuadros e instalaciones sonoras dispuestos en el jardín.

Aunque mucho menos conocido pero de similar belleza, el Palacio de Vaux-le-Vicomte es una visita especialmente recomendable en épocas navideñas. Junto a la ciudad de Mancy, a 50 kilómetros de París, se trata de la propiedad privada más grande de Francia declarada como monumento histórico.

De Vaux-le-Vicomte fue construido antes que el Palacio de Versalles, a cargo de Nicolas Fouquet, Superintendente de Finanzas del rey Louis XIV. Con el fin de atraer a más visitantes, los actuales propietarios del palacio, que abrieron al público el edificio en 1968, organizan numerosos eventos. Por ejemplo, el segundo y último sábado de cada mes, las fuentes del jardín se encienden y ofrecen un bello espectáculo.

Y en época navideña, una exuberante decoración engalana las salas e ilumina los jardines, donde se puede pasear con un carruaje tirado por caballos, entre otras actividades y eventos.

Una buena opción para resguardarse del frío y las lluvias propias de la época son los 150 museos que hay en la ciudad. Aparte de los más visitados, como el Museo del Louvre, el Centro Pompidou o el Museo de Orsay, merece la pena descubrir el museo Marmottan Monet, que guarda una colección de arte impresionista.

El museo, construido en una antigua mansión, es célebre por exponer el mayor número de obras del pintor Claude Monet. Además de los cuadros del artista, un total de 66, también hay pinturas de artistas impresionistas como Renoir, Rodin, Manet y Pissarro.

De visita obligada para los amantes de la moda es el Museo de Artes Decorativas de París, que hasta el 7 de enero exhibe una muestra que gira en torno a la figura de Christian Dior. La exposición presenta más de 300 confeccionados desde 1947 hasta la actualidad y que son obra del célebre diseñador y de otros modistos de renombre que le sucedieron, como Yves Saint Laurent, Gianfranco Ferré, John Galliano o Maria Grazia Chiuri.