La tormenta Eleanor ha causado en Francia al menos cinco muertos y cerca de una treintena de heridos, cinco de ellos de gravedad, al azotar el país con fuertes vientos y abundantes precipitaciones, mientras las autoridades buscan a dos personas desaparecidas.

Esta mañana se encontró en Détrier, en el departamento de Savoya (este de Francia), el cuerpo de un bombero voluntario de 65 años a quien un torrente arrastró ayer cuando participaba en las labores de salvamento de una familia que se había refugiado en el techo de su coche, bloqueado por el agua.

Asimismo, un obrero murió hoy al derrumbarse un muro en una granja de Choisy (Alta Saboya) que había quedado debilitado por las precipitaciones de los últimos días y un compañero que trabajaba con él resultó herido de gravedad y fue trasladado de urgencia al hospital de Annecy.

El primero de los fallecimientos por la borrasca, que atravesó Francia de oeste a este, se registró el miércoles y fue el de un joven de 21 años a quien le cayó encima un pino cuando esquiaba en la estación de Morillon, en los Alpes.

También murió una anciana de más de 90 años que sufrió una crisis cardiaca cuando su casa se vio anegada por una avalancha de barro y agua en la localidad de Crêts en Belledonne, en el departamento oriental de Isère.

Un agricultor que había subido con su tractor hasta una caseta en un puerto de Bonneval sur Arc, en los Alpes, fue arrastrado ayer por un alud de nieve.

Además, se encuentran desaparecidos un hombre de 81 años, al que se le perdió la pista cuando se acercó a ver la crecida de un río en Lucenay l'Evêque (Saône et Loire, en el este de Francia), y otro de 69 años en Rouvres sur Aube (Haute Marne, en el noreste).

Aunque aparentemente no tiene que ver con el temporal, en París se buscaba a una policía de la brigada fluvial que esta mañana realizaba un ejercicio de inmersión en el río Sena, a la altura de la catedral de Notre Dame, y que no salió a la superficie.

Al margen de las víctimas mortales, se han contabilizado al menos veintisiete heridos por los efectos de Eleanor, cinco de gravedad.

A media tarde local, diecisiete departamentos del centenar que hay en Francia seguían en alerta meteorológica por riesgo de inundaciones, sobre todo en el noreste, pero también en Aquitania (suroeste).

Varios ríos se habían desbordado a su paso por diversas ciudades, como el Sena en París o en Ruán o el Isère en Grenoble.

La situación podría agravarse, pues se prevé que las lluvias continúen durante el fin de semana.

Entre los heridos hay un hombre que cayó de un tejado en el departamento de Seine et Marne (región de París), una mujer golpeada por un bloque de hormigón cerca de Estrasburgo (noreste de Francia), un motorista que chocó contra un árbol en Eure et Loir (noroeste) y un automovilista sobre el que se derrumbó un árbol en Essone, al sur de la capital.

La parisina torre Eiffel estuvo cerrada durante la mañana y la primera parte de la tarde del pasado miércoles a causa de las condiciones meteorológicas adversas. Sin embargo, un portavoz de la Dirección General de la Aviación Civil  (DGAC) precisó que por la tarde la situación había vuelto a la calma en París y que los problemas se estaban desplazando, conforme se acercaba el temporal, a los aeropuertos de Niza y Córcega.

Suiza también sufrió este pasado miércoles el impacto de la tormenta Eleanor o Burglind, que ha provocado ráfagas de viento de más de 200 kilómetros por hora en algunos puntos del país y ha causado varios heridos y graves perturbaciones.  En el cantón de Berna resultaron heridas ocho personas, en su mayoría de carácter leve, al descarrilar un vagón de un tren a la altura de Lenk por un fuerte golpe de viento, según la Policía.

Previamente, las autoridades habían informado de tres heridos leves a causa de la borrasca. En el cantón de Lucerna una persona padeció cortes en la cara al estallar el parabrisas de su coche por el impacto de la tormenta y en el de Neuchâtel dos personas mayores sufrieron caídas al perder el equilibrio, indicó la radiotelevisión pública SRF.

La tormenta, de nivel tres en la mayor parte del país sobre una escala de cinco, de acuerdo con el servicio meteorológico de Suiza, ha provocado perturbaciones en el tráfico ferroviario y aéreo y en las autovías, así como el cierre de estaciones de esquí y de zoológicos y apagones en el cantón de Berna, en Lucerna y en Zúrich.

Asimismo, los aeropuertos de Ginebra y Zúrich sufren retrasos y algunas suspensiones de vuelos. Los barcos en los lagos de Thun y Constanza han suspendido sus travesías y varios trenes regionales sufrieron interrupciones. También varios tramos de autovía fueron cortados debido a camiones volcados y otros obstáculos peligrosos en la calzada.

Eleanor también ha dejado intensas lluvias, por lo que el Instituto para la Nieve y la Investigación de Avalanchas habla de una situación "crítica" en las montañas. Por el viento, que aumenta las temperaturas, en combinación con las nevadas, Christine Pielmeir, del Instituto para la Nieve, espera "avalanchas grandes y espontáneas" en los próximos días, el más peligroso, el jueves.

Eleanor mantuvo a Bélgica en alerta naranja por fuertes lluvias y vientos que han llegado a los 120 kilómetros por hora, lo que ha provocado desperfectos en todo el país. El sureste del país ha registrado el mayor número de intervenciones de los bomberos, unas 160, a causa de las precipitaciones que cayeron durante toda la noche, informaron las autoridades.

Muchas carreteras también han sufrido cortes debido a la caída de árboles, ramas y cables eléctricos. El Instituto Real Meteorológico belga espera pasar a alerta amarilla hoy aunque todavía habrá vientos de entre 90 y 110 kilómetros por hora y fuertes lluvias.

La tormenta Eleanor seguirá trayectoria hacia Francia tras pasar por las islas británicas y Holanda, donde 252 vuelos han sido anulados ya en el aeropuerto de Amsterdam. Las autoridades holandesas también han decidido cerrar algunas presas para evitar inundaciones en el interior.

En Alemania se registraron también problemas en el tráfico ferroviario, aéreo y por carreteras tras impactar la tormenta en varios estados federados del oeste del país con ráfagas huracanadas de más de 120 kilómetros por hora.

Un tren con unos 70 pasajeros a bordo descarriló parcialmente en el estado de Renania del Norte-Westfalia, sin registrarse heridos, tras chocar con un árbol arrancado por la tormenta, bautizada en Alemania con el nombre de Burglind.

La compañía de ferrocarriles alemanes Deutsche Bahn (DB) informó en un comunicado de interrupciones en líneas de cercanías, y trenes regionales y de largo recorrido en los estados federados de Renania del Norte-Westfalia, Renania-Palatinado y también en el sur, en Baden-Württemberg y Baviera.

El tráfico aéreo se vio afectado y en el aeropuerto de Fráncfort el ritmo de aterrizajes se tuvo que reducir de sesenta a cuarenta po hora, indicó un portavoz del que es uno de los principales nudos de conexiones en Europa, informó el diario "Bild". También el fluvial y marítimo sufrió restricciones, sobre todo por la subida del nivel del Rhin y de otros ríos menores, así como en conexiones por barco con algunas islas alemanes del mar del Norte.

Miles de viviendas en el Reino Unido se quedaron sin suministro eléctrico por los fuertes vientos provocados por la tormenta Eleanor, mientras que hay alerta de inundaciones en algunas zonas costeras, informaron fuentes oficiales.  El Servicio Meteorológico indicó que mantiene la alerta de fuertes vientos, de unos 128 kilómetros por hora, en Gales, Inglaterra, el sur de Escocia y gran parte de Irlanda del Norte.

En Gales, un hombre resultó herido al caer un árbol sobre su automóvil en el Valle de Glamorgan. Según las autoridades, los vientos provocaron el desplome de líneas eléctricas, mientras que varias carreteras quedaron cerradas por la caída de árboles, como ha sido el caso de dos tramos de la autopista M25 en el condado de Hertfordshire, a las afueras de Londres.

En Irlanda del Norte, 12.000 hogares no tienen electricidad, mientras que hay 2.700 propiedades sin energía en Inglaterra y 460 en Gales, por el paso de esta tormenta procedente del Atlántico.

La Agencia del Medioambiente, por su parte, avisó de que los fuertes vientos y la marea alta pueden causar inundaciones en algunas zonas costeras del país.  Así, hay 60 alertas de inundaciones en Inglaterra, más de 30 en Gales y más de 10 en Escocia, en tanto que los servicios de transbordadores que parten y llegan a la isla de Man, al noroeste de Inglaterra, han sido suspendidos.