La sala de apelación del Tribunal Supremo no decidirá este jueves si acepta la petición del líder de ERC, Oriol Junqueras, de quedar en libertad. El dirigente republicano lleva en prisión desde el pasado mes de noviembre, y este jueves asistió a una vista en el Alto Tribunal donde su defensa reclamó su excarcelación.

Esa vista finalizó poco antes de las 13.00 horas, tras unas dos horas y media. Según explicó su abogado, Andreu van den Eynde, Junqueras tomó la palabra en la parte final de la sesión y pidió al tribunal que "le dejen estar en libertad, con su familia, manejar esta situación mediante el dialogo, la bilateralidad y la negociación".

El letrado explicó que el exvicepresident de la Generalitat apeló a sus "profundas convicciones religiosas" para explicar que es un defensor de "la paz" y subrayó que no hay riesgo de reiteración delictiva porque es "altamente improbable" que su excarcelación propicie una "explosión violenta" en Cataluña.

En todo caso, y si no se decretara la libertad de Junqueras, su defensa ha solicitado que se le traslade a una prisión catalana para poder acudir a los plenos del Parlament, donde es diputado electo desde el 21-D. Como ya se sabía, el fiscal ha mantenido su petición de que se confirme la prisión preventiva incondicional y sin fianza, al igual que la acusación popular, ejercida por Vox.

Junqueras fue conducido en la mañana de este jueves desde la prisión de Estremera a los calabozos de la Audiencia Nacional, a donde llegó hacia las 9.30 horas, para posteriormente ser llevado al Supremo. A las puertas de este tribunal se concentraron simpatizantes de ERC, entre ellos el diputado Gabriel Rufián.