Sobre los espacios intervenidos, las siete cuadrillas del plan priorizaron las labores en "zonas con alto riesgo de incendios o propagación por sus condiciones de proximidad a cascos urbanos", según ha explicado el diputado provincial de Medio Ambiente, Manuel Rufino García, acompañado por el gerente del Servicio Público de Empleo en Salamanca, Pedro Grijalba.

En el balance de 2017, García y Rufino han explicado que el plan ha contado con una inversión de 545.602 euros, aportados mayoritariamente por la Junta de Castilla y León (420.000 euros del total), y gestionados de manera íntegra por la Diputación, que incrementó la cantidad hasta la cifra total presupuestada.

Los trabajadores, contratados en la provincia y con prioridad en las "zonas de elevada población en situación de desempleo", formaron parte del plan del 15 de junio al 11 de diciembre y se repartieron las tareas en siete cuadrillas, formadas por cuatro peones y un capataz, junto a un coordinador para todos los grupos.

En concreto, las cuadrillas se ubicaron dos en la zona de Béjar, dos en la de Ciudad Rodrigo, dos en la de Vitigudino y una en la de Salamanca y realizaron 106 actuaciones en 76 municipios diferentes de la provincia.

Así pues, además de limpiar y acondicionar distintos espacios naturales, abrieron fajas auxiliares y caminos, y trataron masas arboladas en parcelas de montes públicos próximas a los municipios salmantinos.

Por otra parte, intervinieron para adecuar áreas recreativas y riberas, abrieron sendas y recuperaron espacios perdidos por la maleza para el posterior "disfrute de los vecinos", ha apuntado Manuel Rufino García en la presentación del balance en el Palacio La Salina.