La Guardia Civil ha detenido en Bailén (Jaén) al hombre que estaba en búsqueda, junto a su pareja (de la que tiene una orden de alejamiento), tras quitarse ambos los dispositivos de localización y ante el riesgo de que ella pudiera estar en peligro.

Patrullas de la Guardia Civil que buscaban junto a agentes de la Policía Nacional a la pareja, arrestaron a G. M. M., de 35 años, en una nave abandonada situada en la zona del camino Garran, en Bailén, donde se encontraba junto a su mujer y sus tres hijos de cinco, dos y un año de edad, según fuentes de la Benemérita.

La búsqueda comenzó tras una comunicación de la Fiscalía de Violencia de Género, que informaba de una orden de protección activa de una mujer víctima de violencia de género que supuestamente se encontraba en Bailén y cuyo agresor está pendiente de juicio y puede ser muy agresivo.

Los agentes de la Guardia Civil constataron de que se trataba de un hombre que tiene "una averiguación de domicilio" y que podía encontrase en Bailén desde hace unos tres días, datos que fueron comunicados a Policía Nacional, que realizaba el seguimiento en Jaén, donde el hombre tiene su domicilio.

Antes de la detención del hombre, los agentes localizaron a la mujer, quien les dijo no conocer el paradero de su pareja y que también rehusó la protección que le ofrecieron los agentes —entre otras medidas, llevarla a una casa de acogida junto a sus hijos—, a pesar de que éstos le advirtieron del riesgo que corría.

Sin embargo, ella aseguró que no tenía ningún problema con él, por lo que se intensificó la búsqueda, inspeccionando domicilios donde el agresor había vivido, tanto en Jaén como en Bailén, hasta que fue encontrado en una nave abandonada, junto a la propia víctima y sus hijos.

G. M. M. tiene numerosos antecedentes delictivos y está pendiente de juicio por maltratar a su pareja en diversas ocasiones.

En una de esas veces, en 2015, la víctima necesitó cien puntos de sutura, después de que el ahora detenido le rajase la cara con unas tijeras.

El pasado 16 de octubre la mujer presentó una denuncia en Bailén, donde convivían juntos a pesar de tener una orden de alejamiento vigente, después de que él le amenazase con cortarle una mano con un hacha.

En esa ocasión, G. M. M. fue detenido y llevado ante los juzgados de Linares (Jaén), donde el juez decidió que siguiese en vigor la orden de alejamiento.