Los hechos ocurrieron el pasado 12 de enero sobre la 17.30 horas cuando componentes del Grupo de Apoyo a Operaciones (GAO) de la Policía Local procedieron a comprobar la situación de un perro potencialmente peligroso, como origen de "ciertas molestias" a la comunidad de vecinos.

Mientras se entrevistaban con la parte denunciada y se comprobaba la documentación del can, los agentes percibieron un "fuertey reconocible" olor a marihuana. Preguntado el propietario por este hecho indicó que procedía de una habitación que había cedido a un amigo para guardar algunos enseres y, posiblemente, alguna planta.

En la inspección de la habitación, los agentes observaron en suinterior unas 70 plantas de marihuana en distintas fases de crecimiento, floración y secado. La habitación, pese a sus dimensiones, estaba "totalmente adaptada" como invernadero, para lo que contaba con tubos de ventilación y diversos productos de cultivo.

Ante tales hechos, los miembros del GAO realizaron las gestiones y toma de datos oportunas y confirmaron un posible delito de tráfico de drogas. Las plantas fueron intervenidas y presentadas en dependenciaspoliciales. El presunto implicado, que tenía antecedentes previos, había habilitado una habitación en casa de un conocido para su cultivo y posterior venta.