El acusado de maltratar y violar a su mujer e hijas dice que es "mentira" y su expareja se ratifica

  • El vecino de Valdepeñas de Jaén (Jaén) F.M.M., de 47 años, acusado de maltratar y violar a su mujer e hijas, se ha defendido ante el tribunal que le juzga en la Audiencia Provincial asegurando que todo es "mentira" y negando todos y cada uno de los cargos que se le imputan. Frente a esta versión, su exmujer ha declarado relatando durante casi una hora un total de 13 años de convivencia repletos de "insultos, empujones, amenazas y golpes".

Este hombre se enfrenta a una petición de cárcel de 35 años y medio tras ser acusado por el Ministerio Fiscal de hasta 12 presuntos delitos de malos tratos, agresión sexual, abuso sexual, amenazas, y quebrantamiento de medidas preventivas.

A la pena de prisión, se le añade una responsabilidad civil que la Fiscalía ha cifrado inicialmente en 90.000 euros por los daños morales y psicológicos supuestamente causados a su mujer, su hija e hijastra.

"Nunca he forzado a mi mujer a tener sexo", ha dicho F.M.M., al tiempo que ha rechazado diciendo que es "incierto" que él hubiera tenido algún contacto de tipo sexual con las dos niñas. Asimismo, ha rechazado el contenido de las declaraciones que prestó en el juzgado de Instrucción donde sí reconoció haber abusado de su hijastra.

Ha definido que la relación con su mujer "nunca fue buena", pero ha negado que eso implicara la existencia de malos tratos. En este sentido, ha apuntado que los insultos eran "mutuos" y que en el caso de su hija si ha habido algún azote ha sido "ejerciendo como padre".

Se ha referido a sí mismo como un hombre que ayudaba "en todo" en las labores de casa y ha justificado su condición de acusado por el hecho de que su exmujer "va a por mí, me lo tiene sentenciado y jurado". También ha señalado que las acusaciones de las menores se deben a que "la madre les ha metido eso en la cabeza".

Por su parte, la mujer ha declarado ante el tribunal que los malos tratos comenzaron desde "el mismo día de la boda". Ha descrito sus años de convivencia como episodios "continuos" de amenazas, insultos y golpes, incluidos episodios en los que "accedí a tener sexo con él para que no violara a mi hija o les hiciera daño".

Ha apuntado que ella, procedente de un país extranjero, no denunció antes porque estaba "muy sola", no conocía el idioma y además, él "controlaba y vigilaba todo lo que hacía". Ha referido en múltiples ocasiones que era "el miedo" lo que la paralizaba a actuar, pero finalmente dio el paso cuando su hija pequeña a través de un dibujo le dijo que su padre había abusado también de ella.

De hecho, los hechos por los que F.M.M. se ha sentado en el banquillo de los acusados se remontan a los 13 años que duró el matrimonio con su entonces mujer y con la que tiene una hija en común, actualmente de 12 años. También afectan a su hijastra, que convivió con ellos en el domicilio del matrimonio mientras estuvieron casados.

ACUSACIÓN DE LA FISCALÍA

En el escrito de calificación provisional al que ha accedido Europa Press, se recoge que el procesado es "muy impulsivo, celoso y cambia de carácter con facilidad". Con este marco, la convivencia estuvo marcada por "amenazas, insultos y agresiones físicas" tanto a su pareja como a su hijastra e hija.

Relata que a su hijastra, desde que tenía ocho años y hasta los nueve años, la sometió a diversos tocamientos íntimos e incluso la obligó a practicarle una felación. De hecho, según la fiscal, la madre sorprendió al acusado abusando de la niña, lo que provocó en la madre "un ataque de ansiedad" del que fue asistida en un centro médico.

Añade que el acusado, a su propia hija, cuando tenía tres años, la emprendió con ella a golpes y puñetazos por no dormirse y no dejarle mantener relaciones con su mujer. También, según la Fiscalía, la sometió a diversos tocamientos e incluso a una felación cuando la niña tenía cuatro años. La mujer también denunció haber sido obligada a mantener sexo con el acusado en contra de su voluntad, aunque accedió en más de una ocasión para "proteger a mis hijas".

Por todos estos hechos, sobre el acusado pesa desde abril de 2015 una prohibición de acercarse a menos de 200 metros y de comunicarse con alguna de las tres. No obstante, se le acusa del quebrantar de manera continuada esta prohibición, algo que también ha negado en el transcurso del juicio que celebra la Sección Tercera en la Audiencia de Jaén.

Las declaraciones tanto de su hija como de la hijastra se han realizado por videoconferencia y a puerta cerrada para su protección. La hijastra está defendida en el juicio por la asociación Amuvi, especializada en la asistencia jurídica a mujeres víctimas de agresión sexual. Por su parte, la madre ejerce la acusación particular en su nombre y en el de su hija menor.

También ha declarado en el juicio la orientadora del centro escolar en el que estudiaba la hija mayor y a la que confesó haber sido víctima de abusos sexuales por parte de su padrastro y a la que pidió ayuda para que no le ocurriera lo mismo a su hermana. La orientadora ha señalado que se trata de una joven "brillante" en los estudios, "muy responsable" y a la que creyó "desde el primer momento". El centro escolar activó el protocolo para estos casos, aunque a la misma par, la madre dio el paso y presentó la correspondiente denuncia.

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