Así, la diputada de Bienestar Social, Aurora Vélez, ha precisado que el proyecto tiene como principal objetivo "la integración y normalización en su entorno de esta población, que en Cortegana se cifra en alrededor de 300 personas". Otros propósitos compartidos por el proyecto son el trabajo sobre normas de comportamiento y habilidades sociales, la formación para un mejor uso de los recursos del entorno y el fomento de la igualdad de género, según ha informado la institución provincial en un comunicado.

La coordinación para su materialización de todos los agentes comunitarios -educativos, de empleo, sanitarios, sociales- que operan en el territorio, es uno de los aspectos más destacados por la diputada, que ha agradecido la colaboración de la Junta de Andalucía, que posibilita la contratación de la monitora que desarrolla la actividad a lo largo del año.

Alrededor de 40 familias participaron en 2017 en el programa, con actividades comunes e individualizadas para todos los miembros de las familias, progenitores o sólo jóvenes y adolescentes. Así, con las madres se trabajó, fundamentalmente, en hábitos saludables y autoestima; con los padres en la cooperación en el ámbito doméstico; con los jóvenes, la violencia de género, la integración y el disfrute saludable del ocio y el tiempo libre; y con las familias se realizaron jornadas de acercamiento y sensibilización a centros educativos y recuperación de la identidad cultural de la comunidad gitana.

El proyecto 'Barriada Eritas', iniciado en 2017, se une a otros programas desarrollados por los Servicios Sociales Comunitarios de la Diputación para la inclusión social, laboral y cultural de la población de etnia gitana, desarrollados siempre desde el respeto a la diversidad cultural. Entre éstos, el proyecto 'Sueti Bari', familia feliz en lenguaje romaní, desarrollado en Paymogo por la zona de trabajo social Andévalo, en el que participan alrededor de 480 personas.

El Centro Comarcal de Servicios Sociales Comunitarios de Cortegana, que da cobertura a doce municipios con una población que supera los 18.600 habitantes, atiende anualmente a más de cinco mil personas a través de los programas individuales, familiares y los grupales comunitarios, en los que se encuadran las actuaciones con la comunidad gitana.