Hace 30 años se ponía en marcha la Fundación ONCE con el objetivo de trabajar por la inclusión de las personas con discapacidad. Dentro de ella, uno de sus proyectos más reconocidos y a la vez, ligado al mundo de la creación, es la Bienal de Arte Contemporáneo que lleva su nombre y que este 2018 celebrará séptima edición.

Una selección compuesta por una treintena de obras de 27 artistas presentes en las seis primeras ediciones de esta cita puede verse estos días en La Térmica de Málaga. El centro de cultura contemporánea presenta hasta el 2 de marzo la exposición El mundo fluye: dos miradas sobre una misma realidad.

El objetivo de la muestra es doble, por un lado divulgar entre las personas relacionadas con el mundo del arte la obra de artistas con discapacidad (física, sensorial, intelectual o enfermedad mental) y, por otro, reunir también el trabajo de reconocidos artistas que han usado la discapacidad como fuente de inspiración en sus creaciones.

Entre los artistas se encuentran Carmen Ollé con su obra Jaque Mate, una veterana fotógrafa con discapacidad visual que puede presumir de más de 150 exposiciones a sus espaldas; o el estadounidense Pete Eckert, que después de perder la vista con 32 años, se ha convertido en todo un maestro del uso de la luz en la fotografía.

También destaca la obra La torre de la igualdad, un tributo a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York. Se trata de una obra colectiva y multidisciplinar, dirigida por el artista con discapacidad física Ángel Baltasar.

Otros artistas presentes son Cristina García Rodero, primera fotógrafa española en trabajar para la agencia Magnum; Judith Scott, presente en la Bienal de Venecia 2017 y considerada una de las principales artistas de Art Brut; el artista plástico californiano Dan Miller, diagnosticado con autismo que ha explorado el lenguaje como tema fundamental de sus extraordinarios dibujos; el veterano Luis Lugán –pionero del arte electrónico en España y obras que implican varios sentidos como la vista y el tacto- o el Premio Nacional de Fotografía 2011 Rafael Sanz Lobato.

La Térmica se convirtió en 2016 en el primer centro de Andalucía en implantar la tecnología Beacons en sus instalaciones (la recepción, salas de exposiciones, bibliotecas, ascensor, salidas de emergencia o zona de coworking, entre otros).

Diseñada junto a personas con discapacidad y sus asociaciones, ésta tecnología ayuda a descubrir los elementos alrededor del usuario en tres fases: aproximación, información y localización. Al acercarse a una zona próxima a una baliza, recibe un aviso automático en su terminal móvil. El aviso se recibe como un sonido, vibración y/o notificación, de forma totalmente automática, que permite, a continuación, obtener información de su disposición o uso.