El relojero e ingeniero renacentista Juanelo Turriano, en la BNE

  • La institución recuerda al creador del artificio de Toledo en la exposición 'Juanelo Turriano. Genio del Renacimiento'.
  • Es una de las figuras más emblemáticas del panorama técnico-científico.
Busto de Juanelo Turriano
Busto de Juanelo Turriano
EUROPA PRESS
Busto de Juanelo Turriano

La Biblioteca Nacional de España (BNE) recuerda desde este jueves en la exposición Juanelo Turriano. Genio del Renacimiento al creador de la máquina hidráulica que llevó el agua del río Tajo a la ciudad de Toledo, el llamado artificio de Toledo, o de los relojes planetarios, el ingeniero italiano Juanelo Turriano.

Hasta el próximo 6 de mayo, la BNE acoge esta muestra que presenta a una de las figuras más emblemáticas del panorama técnico-científico del Renacimiento.

Este consiguió darse a conocer al mundo bajo el reinado de Carlos V y Felipe II, cuando diseñó algunas de sus creaciones, como el conocido como el artificio de Toledo, reproducido en la muestra mediante una animación en 3D.

Comisariada por Gema Hernández, del BNE, y la italiana Cinzia Galli, del ayuntamiento de Cremona (Italia), la exposición recorre la biografía del personaje mediante una selección de documentos, libros y obras de arte de las principales instituciones de Cremona, su ciudad natal, y de la institución.

Así, el visitante podrá conocer la relevancia que tuvo Turriano, nacido en 1500, quien fue relojero, ingeniero y matemático en la corte española entre los años 1547 y 1585, año de su muerte en Toledo.

Y la muestra da la bienvenida con el busto en mármol de Turriano, obra de Pompeo Leoni, procedente del Museo de Santa Cruz de Toledo y recientemente restaurado por el Instituto de Patrimonio Español (IPCE).

"Excepcionales creaciones"

"En aquella época no era normal que un científico recibiera estos honores", ha expresado Hernández sobre el protagonista de esa muestra que aclarará las razones por las cuales su figura fue tan importante para sus contemporáneos "y lo es aún en la actualidad".

Muestra de esta importancia, que le fue reconocida en vida, es también la medalla conmemorativa que se atribuye al escultor Jacometrezo, acuñada hacia 1550.

Del año 1551 es un documento que certifica el privilegio imperial con el que Carlos V concede a Turriano una pensión vitalicia de 100 escudos de oro por la construcción de un reloj planetario como no se había visto otro con anterioridad, tan pequeño de tamaño, 60 centrímetros.

"Se dice que murió pobre", ha añadido Galli, quien también ha recordado el encargo que se le hizo para concierto de campanas en El Escorial (Madrid).

Entre las principales fuentes impresas de la época sobre Juanelo, según destaca también la exposición, está el libro Las Antigüedades de las Ciudades de España (1575), de Ambrosio de Morales, quien describe sus "extraordinarias capacidades y sus excepcionales creaciones".

Según ha concluido el alcalde de la ciudad italiana de Cremona, Gianluca Galimberti, Turriano está considerado como "uno de los grandes precursores de la revolución industrial", así como una persona que "une a España con Italia".

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