Marco Godoy critica las barreras sociológicas e ideológicas en la Sala de Arte Joven de Madrid

  • La exposición es resultado de la primera edición de Primera Fase, un programa de apoyo de la Comunidad de Madrid a artistas menores de 35 años para realizar su primera exposición individual.
  • Godoy reutiliza dispositivos que sirven para delimitar lugares para abordar "la creación de fronteras que levantamos para protegernos de nosotros mismos".
Dispositivos de defensa utilizados en el norte de Europa y reconvertidos por el artista Marco Godoy para su exposición 'La distancia que nos separa' en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid.
Dispositivos de defensa utilizados en el norte de Europa y reconvertidos por el artista Marco Godoy para su exposición 'La distancia que nos separa' en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid.
SALA DE ARTE JOVEN COMUNIDAD DE MADRID
Dispositivos de defensa utilizados en el norte de Europa y reconvertidos por el artista Marco Godoy para su exposición 'La distancia que nos separa' en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid.

Dirigido a todos aquellos artistas jóvenes en busca de su primera oportunidad nace Primera Fase, un programa de apoyo convocado por la Comunidad de Madrid que tiene como objetivo facilitar la realización de la primera exposición individual a artistas menores de 35 años.

Su puesta en marcha se ha materializado este mes de febrero con la muestra La distancia que nos separa del artista Marco Godoy (Madrid, 1986), que podrá visitarse hasta el próximo 4 de marzo en la Sala de Arte Joven de Madrid.

En esta exposición de debut, comisariada por Ana García Alarcón, Godoy aborda "la creación de bordes y fronteras, tanto físicas como psicológicas, que levantamos para protegernos de nosotros mismos".

El trabajo se inspira en un modo de dividir la tierra muy común en Inglaterra, conocido como enclosure, para establecer una relación con otros conflictos sociales siguen latentes en la sociedad. Para ello, ha recopilado diferentes dispositivos de defensa del norte de Europa, que se utilizan para delimitar lugares.

En sus manos, estos elementos peligrosos se han intervenido, se han sofisticado sus líneas y han adquirido un carácter decorativo lo que provoca en el espectador un sentimiento confuso, a medio camino entre la atracción y la repulsión.

Con todo ello, Godoy quiere plantear una crítica a la construcción visual de la autoridad y "a las barreras culturales, sociológicas o ideológicas que generan diferencias en la sociedad contemporánea".

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