Los ciudadanos, escépticos con la reforma de la Castellana: "causará más caos circulatorio"

Julio, taxista madrileño de 52 años.
Julio, taxista madrileño de 52 años.
JORGE PARÍS
Julio, taxista madrileño de 52 años.

El Gobierno de la ciudad de Madrid, encabezado por Manuela Carmena, está preparando una reforma integral del eje Norte-Sur de la capital, es decir, desde la Plaza Castilla y hasta la estación de Atocha. El proyecto planea restar espacio para los vehículos privados para dárselo al transporte público, las bicicletas y los peatones, para conseguir así un Paseo de la Castellana, Recoletos y el Prado con menos tráfico y contaminación.

Según ha adelantado este martes 20minutos, el plan se podría llegar a aprobar antes de que termine la presente legislatura, pero su licitación y ejecución ya tendría que llevarse a cabo durante la próxima. 20minutos ha estado en el tramo que va desde Cibeles hasta Colón para preguntar a los madrileños qué les parece la medida propuesta.

Desde el asiento de su taxi, en la parada ubicada frente al Museo Naval del Paseo del Prado, Julio (en la foto de arriba) no ve con buenos el proyecto en ciernes y opina que "la culpa es de los asesores de Manuela Carmena, que son unos ineptos". Este trabajador se pregunta "¿para qué queremos más bulevares ajardinados en la Castellana si los que hay están vacíos? Quedará muy bonito", asegura con ironía. "La prueba la tenemos con la Gran Vía, que está totalmente saturada".

En su opinión, el Ayuntamiento debería apostar por medidas "como las que se aplican en Inglaterra, donde por ejemplo en Londres los vehículos privados han de pagar una tasa diara de unos 20 euros para acceder al centro de la ciudad". Sin embargo, cree que hay una pega para este plan tan restrictivo: "Los millones de euros que el consistorio dejaría de ingresar en multas".

Julio propone "crear aparcamientos en las seis principales autopistas de acceso a Madrid" y desde ahí poner a disposición de los ciudadanos "autobuses lanzaderas". Con esta medida cree este taxista que se reduciría el tráfico y la contaminación y se potenciaría el transporte público.

Valeria, vecina de Madrid de 28 años.
Valeria, vecina de Madrid de 28 años.

Valeria tiene 28 años y está embarazada, por lo que ya no coge el coche. La pillamos cruzando la enorme arteria de la Castellana a la altura de Cibeles. Esta joven considera que la medida "causará más caos circulatorio, porque los trabajadores que necesitan el coche todos los días no van a dejar de usarlo". Aunque también contempla que "para los turistas, puede que quede un bulevar más atractivo". En su opinión, todavía "hace falta que la gente se conciencie para usar el transporte público".

Esta polémica medida busca reducir la contaminación atmosférica y sus efectos perjudiciales para la salud. Pero Julia, una vecina que prefiere que no salir en el periódico, apunta un aspecto aún más importante según su criterio: "La contaminación acústica, porque Madrid es de las ciudades más ruidosas de Europa y es horroroso". Esta mujer de 60 años se muestra "claramente a favor" del plan.

Carlos, mensajero motorista de 48 años.
Carlos, mensajero motorista de 48 años.

Carlos trabaja con su moto como mensajero. A él este plan le parece "fatal" como ciudadano. "Desde un punto de vista general, creo que esta reforma de la Castellana causará más atascos". Preguntado por una posible solución, cree que es un "tema difícil de resolver porque cada vez hay más coches". Personalmente, prefiere que no lo lleven a cabo, si bien reconoce que "como peatón que pasea los domingos, estaría muy bien".

Luis Alberto, ciclista y mensajero en Madrid.
Luis Alberto, ciclista y mensajero en Madrid.

Abordamos a Luis Alberto en medio de una carrera. Sobre su bicicleta y a contrarreloj porque tiene que entregar un pedido, este joven de 34 años considera que la medida ideada por Carmena "es excelente porque Madrid no tiene muchos espacios para ciclistas en las vías públicas" y aportará "mayor seguridad a los ciclistas".

Luis Alberto, sin embargo, lamenta que el Ayuntamiento de Madrid promueva las bicicletas y el transporte limpio, por ejemplo con iniciativas como Bicimad, cuando en realidad la ciudad no está preparada todavía para circular sobre dos ruedas. "A pesar de las fuertes campañas llevadas a cabo, Madrid ahora no es apta para las bicis", señala.

Felipe, conductor en Madrid a favor de la reforma de la Castellana.
Felipe, conductor en Madrid a favor de la reforma de la Castellana.

Por último, Felipe, al volante de su turismo y parado en un semáforo de la calle Prim, se muestra convencido de que este plan "conllevará molestias a los conductores al principio pero a la larga traerá beneficios".

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