El cambio de modelo de movilidad no solo pasa por potenciar el transporte público, sino porque este sea menos contaminante. Esta es la filosofía que ha llevado a la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València a emprender un plan global de reducción de emisiones que prevé una disminución del 30% de gases contaminantes en 2030 y que se ha traducido en compras de vehículos eléctricos e híbridos para renovar paulatinamente con unidades menos cotaminantes su envejecida flota.

Será la próxima semana, con la puesta en marcha de las remodelaciones y cambios de líneas, cuando empezarán a rodar los 14 autobuses híbridos articulados en la nueva línea 92 (la antigua 2), que pasará a de contar con vehículos de 70 plazas a estos nuevos, más ecológicos, y de 110 plazas. Será la primera vez que la EMT disponga de vehículos de 18 metros de longitud híbridos, y los 14 irán íntegramente a la línea 92, cuyo recorrido es el tercero con más demanda de toda la red. Además, también empezará a funcionar en breve el primero de los dos buses convencionales de 12 metros 100% eléctrico, que incorpora incluso cámaras de seguridad en su interior, entre otras prestaciones.

La idea de los máximos responsables de la EMT es que los nuevos vehículos menos contaminantes vayan destinados a las líneas que pasan por el centro (15 de ellas por la plaza del Ayuntamiento), dado que es la zona de la ciudad que soporta mayores emisiones de gases. "Esa es la lógica, pero hay autobuses muy viejos, y lo que haremos es no perjudicar a unos barrios recpecto a otros. En esos casos redistribuimos para que la afección sea la misma por toda la ciudad", ha explicado el gerente de la empresa, Josep Enric Garcia Alemany.

Más adelante, a lo largo de este año, entrarán en funcionamiento hasta 37 nuevos autobuses que en estos momentos se encuentran en las cocheras en fase de adaptación a los equipamientos técnicos de la red de la EMT. Además, según ha informado Garcia, se está acabando de ultimar la licitación para las próximas semanas de nuevos autobuses que serán articulados en su totalidad.

"En València nos preocupa cada vez más la contaminación del aire. Por primera vez, este año hemos tenido episodios en los que hemos tenido que informar de los niveles", ha recordado el alcalde de València, Joan Ribó. Por ello, ha destacado "la apuesta por los vehículos híbridos y eléctricos", que en si opinión servirá "para cumplir los compromisos con la reducción de emisiones". Ribó ha destacado que con la compra de autobuses híbridos se reduce el consumo, la contaminación y el ruido. Por su parte, el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, ha afirmado que era "extraño" que una ciudad como València no contara con vehículos 100% eléctricos.

Grezzi ha calificado de "normales" los atascos en la avenida del Cid, en la medida en que se trata de una vía que soporta una afluencia de 100.000 vehículos al día. En su opinión, la situación generada tras la retirada de las pasarelas peatonales no difiere de "la que existe y ha existido siempre". "Hemos hecho más accesible esa zona y trabajaremos con la Autoridad de Transporte Metropolitano para elaborar estrategias para cambiar la manera en que se desplaza la gente desde fuera de València hacia adentro". Según ha afirmado, en la ciudad "hay muchos coches y la ocupación es de 1,3 personas por vehículo. Es un problema de todas las áreas metropolitanas de España en horas puntuales. Ha pasado siempre y estamos sentando las bases para cambiar".