El legado cultural y educativo cierra la trilogía sobre 'València, capital de la República'

  • La cultura y la educación fueron "la estrella del esfuerzo republicano" y "el legado más duradero" que dejó el año en que València fue capital de la República, como se plasma en el libro 'La ciutat de la saviesa' (La ciudad de la sabiduría) que cierra la trilogía dedicada a este periodo editada por el Ayuntamiento.
La responsable de Cultura ha presentado el volumen en rueda de prensa
La responsable de Cultura ha presentado el volumen en rueda de prensa
AYTO
La responsable de Cultura ha presentado el volumen en rueda de prensa

La concejala de Cultura en el Ayuntamiento de València, Glòria Tello, ha presentado este viernes este último volumen, compuesto por 14 estudios, coincidiendo con el 82 aniversario de las elecciones democráticas de aquel 16 de febrero de 1936, que abrieron "una época de esperanza y unas expectativas" que rompió el golpe militar, según ha señalado Javier Navarro, codirector del estudio junto a Sergio Valero.

El título de la obra, 'La ciutat de la saviesa',

es "una sana exageración" de un juego de palabras que alude a 'El casal dels sabuts', como se conocía popularmente a la Casa de la Cultura, las dependencias que el Ministerio de Instrucción pública de la República ubicó en el Hotel Palace de la calle de la Paz para alojar a los referentes de la escritura, arte y ciencia evacuados del Madrid asediado por las tropas franquistas.

Valero ha rememorado que la producción cultural en aquel año entre noviembre de 1936 y finales de octubre 1937 fue "espectacular, frenética y de gran calidad en todas las vertientes" algo "sorprendente" para un momento "tan difícil y complicado" como una guerra civil. "De una guerra se puede sacar pocas cosas buenas, como este legado cultural", ha constatado.

Sin embargo, esta ferviente actividad se explica no solo porque la cultura fue "un arma de propaganda, de lucha más, de movilización y politización" sino porque los republicanos tenían "una confianza muy intensa en la cultura como herramienta de transformación social".

Además, Valencia fue capital de la República coincidiendo con el periodo de "mayor esplendor de la cultura republicana" en la que se acometieron las experiencias "más llamativas, innovadoras" dado que se estaba en los primeros meses de la contienda y las consecuencias "desmoralizadoras aún no eran tan dramáticas".

València fue entonces el punto de llegada de escritores intelectuales y artistas de renombre nacional e internacional

que en una "circunstancias excepcionalmente histórica se pusieron al servicio a la causa".

ALFABETIZACIÓN DE LA SOCIEDAD

Por su parte, Javier Navarro ha incidido en que pese a la guerra se potenció la cultura y la educación para llegar a tramos no alfabetizados de la sociedad y se apostó por mejorar el nivel formativo de los maestros con el esfuerzo voluntario de intelectuales

y universitarios.

Así, por ejemplo, se recurrió los estratos más formados de la sociedad para enseñar a leer y escribir a los milicianos y soldados. De este modo, se empleó la educación como elemento de transformación social para defender los nuevos valores frente al viejo orden.

Por su parte, la concejal de Cultura, Glòria Tello, ha incidido en que la guerra, lejos de provocar una merma de esfuerzo" supuso un empuje de las actividades educativas y culturales impulsadas no solo desde las instituciones sino también de la sociedad civil porque aquella sociedad estaba hambrienta de conocimientos".

"Aquella València quería más educación y cultura y la quería también en valenciano, desde València y con perspectiva valenciana", ha recalado Tello que ha recordado las figuras de Carles Salvador, Nicolau Primitiu o Manuel Sanchis Guarner y las instituciones como el Institut d 'Estudis Valencians y la Biblioteca del País valencià, germen de la actual Biblioteca valenciana.

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