Javier Gurruchaga, Yago de honor por toda una vida dedicada al espectáculo

  • Los Yago tienen la labor de "enmendar" a los Goya en sus "injusticias".
  • Marián Álvarez ganó el "Yago al no nominado" e Itziar Castro, el premio al "nominado no ganador".
Javier Gurruchaga posa con su Yago de honor.
Javier Gurruchaga posa con su Yago de honor.
Premios Yago
Javier Gurruchaga posa con su Yago de honor.

Actor, cantante y showman imprescindible de los años 80, Javier Gurruchaga tiene ya un premio que reconoce su carrera, aunque éste sea el Yago, la "repesca" del cine español que "enmienda" a los Goya en sus "injusticias" y los corrige para resarcir a los no ganadores, no nominados o directamente, olvidados.

Unos galardones sin nominados ni perdedores que han cumplido su cuarto año de existencia contra todo pronóstico, destinados a reconocer aquellos olvidados por la Academia de Cine en los Goya; entre ellos, al propio creador de los Yago, Santiago Alverú, que por primera vez compitió, y perdió, con su película Selfie.

En una multitudinaria fiesta que se celebró anoche en el Palacio de la Prensa de Madrid, el cómico y guionista Luis Fabra fue el encargado de guiar una gala que reunió actores, directores, músicos, productores y técnicos, ante decenas de periodistas que acudían, por una vez, como invitados.

Fabra, vestido de mujer para reivindicar con humor una mayor presencia femenina, inició la fiesta cantando una canción de Mecano ante de una pancarta en la que se podía leer "Repudees Welcome", juego de palabras que se reía de los "repudiados" de los Goya y el mensaje que colgó la alcaldesa Manuela Carmena de la fachada del ayuntamiento dando la bienvenida a los refugiados.

El primer premio fue el "Yago al no nominado" para la actriz Marián Álvarez, protagonista de Morir, que lo recibió de manos del director de la cinta, Fernando Franco. "Os iba a cantar el himno, en agradecimiento, pero también se me han adelantado en eso", ha dicho entre risas.

Vinieron después Laia Ricart, Laura Tajada y Mireia Juárez, ganadoras del premio "inexistente" en los Goya para su categoría: entrenadoras de las niñas que hicieron inolvidable Verano 1993, de Carla Simón. Presentadas por María Zamora, productora de la película, sus discursos confirmaron la necesidad de reconocer a muchos trabajadores del cine que habitualmente no tienen visibilidad.

El "Yago al éxito menos comercial" fue para Júlia Ist, que recibió la directora y protagonista de la cinta, Elena Martín, entregado por Carolina Bang, productora de una de las cintas más taquilleras del año, Perfectos desconocidos.

Después fue el momento de Alverú, director de los premios, que rindió un "sentido homenaje" al equipo de Selfie, poco después de entregar el premio "nominado no ganador", que podría haber recaído en él mismo, pero que se llevó Itziar Castro (Pieles), quien dedicó su bocina (símbolo del nuevo premio) al director Eduardo Casanova.

Los premiados Paco Plaza y Sandra Escacena, director y protagonista de "Verónica" recogieron juntos el "premio impepinable" y después subió al escenario Javier Gurruchaga. Cómico, actor y músico, recordó "lo difícil" que es el oficio del actor y lo mal que lo pasan muchos de los compañeros más mayores; su repaso por las carencias de la profesión de artista se tradujo en la mayor ovación de la noche.

Los Yago, simbolizados por una trompetilla con la que se intenta hacer oír al sordo Goya, terminaron con un karaoke con todos los premiados bailando al ritmo de una especial versión de Viaje con nosotros.

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