"Yo defino Dakar a menudo como una especie de "capital" de África. Dakar es modernidad, Dakar es dificultad, Dakar es calor, Dakar es frescor, Dakar es playa, Dakar es todo, es un conjunto. Definir o hablar de Dakar no es fácil, porque es difícil contar una ciudad, ya que uno no puede ser objetivo", dice el fotógrafo senegalés Mamadou Gomis.

Durante una década, Gomis ha trabajado mano a mano con el documentalista español Pere Ortín. Juntos han dado forma a las imágenes que ahora conforman la exposición Dakar, una mirada, producida por Casa África y Altaïr Magazine (la revista de cultura viajera de la que Gomis es director).

Abierta al público hasta el próximo 5 de marzo en la World Gallery del espacio B The Travel Brand Xperience de Barcelona, la muestra incluye 37 fotografías y dos vídeos que giran en torno a tres ejes temáticos: la vida cotidiana, la lucha tradicional senegalesa y la moda como elemento vital de sus habitantes para mostrar la belleza en las calles de esta ciudad.

A su vez, el resultado es la combinación de dos puntos de vista bien diferenciados: el del narrador local y el del extranjero que se siente fascinado por esta urbe africana. "Ese caos con apariencia armónica, atractivo y cruel; de tráfico lento y caminar ligero, donde no es necesario soñar, solo hay que abrir bien los ojos", reza el díptico que presenta la exposición.

"Dakar es tan compleja y contradictoria como la vida, una especie de metáfora o alegoría, si uno quiere, sobre todas las complejidades de la vida, del ser humano en un entorno urbano, con todas sus grandezas y todas sus miserias, con todos sus momentos fastuosos y sus momentos nefastos. Pero en esa contradicción es donde, desde mi punto de vista, se genera la vida", añade Gomis, que también hace las veces de comisario de este viaje fotográfico.