Manías al volante que afectan a tu seguridad en la carretera

Es importante que las primeras clases prácticas de conducción las realices en una autoescuela, principalmente porque profesores cualificados no sólo te enseñarán las normas y técnicas de conducción, también porque evitarán que cojas vicios o manías al volante.

No siempre por tener mayor experiencia conduciendo se es mejor conductor, sobre todo porque se tiende a acumular dichos vicios que restan seguridad y que, además, pueden acortar la vida de tu coche.

¿Alguna vez has observado a algún conductor con una mano apoyada en la palanca de cambios y otra en el volante? Mal hecho. Las dos manos siempre tienen que ir en el volante para poder reaccionar con más rapidez ante un imprevisto. Sólo se quitará la mano derecha cuando sea necesario realizar un cambio de marcha. Esta manía de muchos conductores provoca, además, una presión innecesaria en la palanca de cambio que acaba provocando un engranaje de marchas más impreciso y un aumento de las vibraciones.

Otra manía al conducir bastante frecuente es mantener el embrague pisado, aunque no estemos cambiando de marcha. Cuando circulamos por una calle con muchas rotondas, en un semáforo esperando que cambie a verde o, por ejemplo, cuando estamos en un atasco. Lo que consigues es una mayor fricción entre las piezas que componen el mecanismo y un desgaste más rápido de los componentes. La solución está en acostumbrarte a poner punto muerto cuando esperes en un semáforo y, en general, evitar presionar el pedal del embrague cuando no es necesario.

Desde el punto de vista de la seguridad, llevar el pie izquierdo en tensión, por ir pisando dicho pedal, puede ocasionar que en el momento más inoportuno no consiga reaccionar correctamente. Ten en cuenta que ante una frenada de emergencia deberás presionar a fondo el pedal del embrague al mismo tiempo que pisas el freno con el pie derecho.

¿Y qué opinas de los conductores que circulan con el codo del brazo izquierdo sobre la ventanilla? Esta postura de conducción es inadecuada, nuevamente, porque conlleva que no llevemos las dos manos en el volante de forma correcta. Incluso, si se conduce con el brazo o la mano completamente fuera de la ventanilla, es motivo de sanción con 80 euros de multa.

La misma multa te pueden poner si te maquillas mientras conduces en un atasco o esperas en un semáforo, con chanclas o tacones, sin camiseta, comiendo o bebiendo. El artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación nos lo recuerda: el conductor está obligado a mantener su libertad de movimientos y a cuidar una posición adecuada al volante, esenciales para poder reaccionar con efectividad ante una posible emergencia.

Es importante reconocer esos vicios y manías al conducir, saber los riesgos que corremos e intentar evitarlos para una conducción más segura y menos dañina para el coche.

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