Organizaciones sociales convocan el 18-M en Madrid una manifestación en defensa del lobo ibérico

Manifestación por la protección del lobo ibérico en 2017.
Manifestación por la protección del lobo ibérico en 2017.
EUROPA PRESS
Manifestación por la protección del lobo ibérico en 2017.

Ecologistas en Acción, WWF, Equo, Lobo Marley y otras organizaciones sociales y ecologistas marcharán el 18 de marzo en Madrid para exigir a las administraciones que cumplan sus compromisos para proteger al lobo ibérico y que abandonen su actual inacción.

La convocatoria aspira a superar los 30.000 manifestantes que acudieron el año pasado por la misma reinvindicación, que pretende una "protección real" del lobo ibérico. La manifestación partirá a las 12.00 horas para reclamar la protección del lobo ibérico frente a los "ataques continuos" que padece y que están haciendo peligrar la conservación de la especie.

En ese sentido, el coportavoz de Equo Andalucía Verdes, Francisco Sánchez Molina, ha pedido a la Junta de Andalucía que aclare su postura frente a la reintroducción del lobo ibérico en la comunidad autónoma. Sánchez Molina recuerda que la regulación natural de los ecosistemas "solo es posible con la presencia de depredadores", que se encuentran en la cumbre de la pirámide trófica. Al mismo tiempo, la portavoz de Red Equo Animales, Paula Jarque, considera necesaria la manifestación porque, pese a que un "amplio sector social" está pidiendo la defensa "total" del lobo y a que el Congreso ha pedido su protección de forma unánime, "todavía no se ha concretado en ninguna medida".

En mayo de 2017 el Congreso aprobó una proposición no de ley que instaba al Gobierno a declarar al lobo como "especie de interés especial al norte del Duero", y a que las poblaciones al sur de este río se incluyan en el Catálogo Español de Especies Amenazadas con la categoría de "en peligro de extinción".

En esa línea, el responsable del programa de especies de WWF, Luis Suárez, ha denunciado que en el último año no se ha recibido actividad "ninguna" en este sentido por parte de la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. De este modo, acusa a la ministra de haber insistido "siempre" en un modelo de gestión "muy duro" basado en la persecución y en matar lobos frente a reivindicar un lobo vivo. También recuerda que la Comisión Europea visitó España en 2017 y recordó claramente que no se va a cambiar la Directiva y que el lobo estará estrictamente protegido al sur del Duero.

El portavoz de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber, denuncia que las administraciones están incumpliendo sus compromisos y recuerda a las comunidades autónomas, en particular a País Vasco, Aragón o Castilla y León, su obligación de conservar esta especie, incluso en aquellos territorios que es especie cinegética -donde está permitida su caza- en vez de incrementar su "persecución". Respecto a los ataques al ganado, opina que es necesario trabajar mucho más en medidas que favorezcan la coexistencia, como la prevención, la educación o la sensibilización.

Desde la organización Lobo Marley, Luis Miguel Domínguez acusa a las instituciones de abandonar al lobo ibérico, por lo que asegura que la manifestación es una defensa de la naturaleza partiendo de uno de sus iconos. "Ya que las administraciones no trabajan por que heredemos un patrimonio natural en perfecto estado de conservación, saldremos a la calle con la cabeza bien alta", ha afirmado Domínguez, que ha llamado a entidades, plataformas o colectivos a sumarse para salvar y apoyar al lobo ibérico.

Más de 500 lobos muertos en 2017

El Censo del Lobo Ibérico y el Observatorio de Sostenibilidad han señalado que entre 500 y 650 lobos murieron en 2017 por causas no naturales, como la caza furtiva, los cupos de las administraciones, atropellos, envenenamientos u otras técnicas.

Así lo estiman las conclusiones del informe Por la convivencia del hombre y los grandes depredadores: estado de conservación del lobo en España. Aproximación a la mortalidad no natural 2017, documento a escala nacional en el que se realiza una primera aproximación al estado de conservación y gestión de la especie y que supone una primera estimación de la mortalidad no natural del lobo durante el año pasado.

El documento revela que este número de bajas anuales es probablemente muy cercano a la tasa de reclutamiento de la especie, es decir, al número de individuos que se incorporarían anualmente a la población. Por lo tanto, concluye que el lobo ibérico no se hallaría "en expansión", sino que "se vería imposibilitado para recolonizar sus territorios históricos meridionales y levantinos a través del Sistema Ibérico, de donde fue extinguido por el hombre en un pasado reciente o muy reciente, como es el caso de Andalucía o Extremadura".

Además, el análisis afirma que existe una "falta de transparencia acusada" en la gestión de la especie y ve "muy probable que la especie siga desapareciendo de amplios territorios donde hasta hace muy poco era común, como ha sucedido desde principios de siglo". Pone como ejemplo Salamanca, Ávila, Guadalajara, Soria o La Rioja, donde la constante presión humana no le permite asentarse y desarrollar poblaciones maduras, que son las menos conflictivas con los intereses humanos.

Contribución a la extinción del lobo ibérico

El informe atribuye este "margen de incertidumbre" en la mortalidad del lobo a la ausencia de gestión científica, el desconocimiento de la especie y el secretismo por parte de administraciones y técnicos: presencia en territorio, tamaño de manadas, constatación de reproducción, cupos y/o controles por parte de las administraciones, inventario de lobos muertos y causa de las muertes. No obstante, el informe destaca que en años sucesivos esta evaluación mejorará en cuanto a fuentes y fiabilidad por lo que los posibles errores se verán minimizados.

Actualmente, los controles de poblaciones de lobo se realizan de una forma aleatoria e irracional, sin tener en cuenta la jerarquía de los diferentes individuos en la manada ni su sexo o edad, lo que determina una desestructuración de las manadas que implica mayor conflictividad. "De esta forma se está contribuyendo de una forma decisiva, continua y sistemática, a la extinción del lobo ibérico en España", advierte el informe.

Por ello, pide incrementar el estudio y la gestión científica del lobo ibérico para determinar con exactitud el estado poblacional de la especie y más concretamente la tasa de mortalidad. "Las estimaciones actuales apuntan a que son tan elevadas estas de mortalidad que se debe proteger estrictamente al lobo ibérico en toda España", alerta para favorecer los procesos de recolonización.

Asimismo, ve necesario aumentar la vigilancia y control de la especie por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, de las administraciones públicas, de los cotos de caza y asociaciones de cazadores. En concreto, apunta que en el sur del Duero debería extremarse la protección de la especie porque ni las poblaciones ni sus hábitats están en buen estado favorable de conservación.

Según el análisis, hay comunidades autónomas como Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana o Andalucía, donde existe una "mayoría social que demanda la presencia del lobo en los ecosistemas ibéricos", por lo que ve "muy necesario" que las administraciones públicas acaten la normativa europea y permitan que el lobo recolonice sus territorios históricos.

Del mismo modo, aboga por implementar iniciativas que garanticen el flujo de especies a través de los llamados 'corredores biológicos' seguros, como el proyecto Pan European Green Corridor (Corredor Verde Pan-Europeo), que permite interconectar desde Rumanía todos los países de la Europa meridional hasta la zona más noroccidental de Galicia. En el mismo sentido, reclama minimizar el impacto que causan las infraestructuras lineales que fragmentan el territorio, desarrollando pasos de fauna adecuados para cada especie y entorno.

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