Mientras que muchos barceloneses rara vez se sientan en los bancos del espacio público, estos acostumbran a ser una necesidad para los más mayores. Instalarlos en sitios donde no los hay fue una de las medidas más demandadas por los vecinos del Eixample, sobre todo por los de más edad, durante el proceso participativo para elaborar el Programa de Actuación Municipal (PAM) de este mandato, por lo que el Ayuntamiento está trabajando para dar respuesta a los ciudadanos de este distrito. Se trata de una zona de Barcelona con un 22,1% de sus residentes de 65 años o más, 58.912 de un total de 266.416.

La idea del Consistorio es reubicar los bancos existentes y adquirir más en caso de que haga falta. Para ello, encargó un estudio a Col·lectiu Punt 6, una cooperativa de mujeres arquitectas, urbanistas y sociólogas. Este ya se ha completado pero sus resultados, explica la líder del proyecto, Marta Fonseca, son confidenciales, a la espera del "retorno" del Ayuntamiento.

El objetivo del informe fue definir los criterios a seguir para llevar a cabo la actuación municipal, en función de las necesidades de las personas mayores del distrito. Para conocerlas, la cooperativa organizó varias sesiones participativas con ellas, que incluyeron marchas exploratorias con el fin de que pudieran señalar carencias sobre el terreno. Sara Ortiz, socióloga y urbanista de Col·lectiu Punt 6, explica que no solo se tuvieron en cuenta sus necesidades de descanso, sino también relacionales, pues los bancos son un elemento del mobiliario urbano que propicia las conversaciones entre vecinos.

Las estadísticas municipales no contabilizan el número de asientos de este tipo que hay en la ciudad, pero sí los que están situados en espacios verdes. Según datos de 2016, los últimos disponibles, en los 10 distritos de Barcelona existen 33.363 bancos en estas zonas, de los que 2.820, el 8,5%%, están en el Eixample.

El Consistorio dispone de un buzón online para recoger quejas y sugerencias de los ciudadanos, entre ellas las relacionadas con bancos en mal estado. Fuentes municipales apuntan que "el tiempo medio de resolución de las incidencias que se detectan es de 4,3 días".

La capital catalana cuenta con mobiliario urbano específico para las personas mayores, dirigido a que practiquen ejercicio físico. Se trata de instalaciones al aire libre que permiten trabajar el equilibrio, prevenir caídas, ganar elasticidad y mejorar las posibilidades de hacer determinados movimientos. Hay un total de 16.

Maria Rosa Ripoll y Narcisa Vergès, 84 y 92 años, jubiladas

"En algunos sitios faltan bancos. Por ejemplo, en Aragó casi no hay y aunque la calle sea ruidosa por el tráfico y no invite a sentarse, a veces se necesita. Nos gustan más los bancos largos que los individuales porque fomentan que la gente hable".

Juan M. B., 97 años, jubilado

"A mí me gustan más los bancos individuales porque así no coges los piojos del de al lado, aunque los tendrían que situar más cerca el uno del otro para que nos podamos oír mejor. Deberían poner más. La señora que me cuida tiene que bajarse una silla de casa".

Pilar Pàmies, 80 años , jubilada

"Hacen falta más zonas de bancos para socializar. Los que son para una sola persona no los veo bien. Parece que estás reñido con quien está sentado en otro al lado y te obligan a chillar porque están muy separados entre sí. Quien los diseñó era poco empático".

Dolores Arauzo, 86 años, jubilada

"Los bancos individuales hacen más difícil relacionarse, pero por otro lado van bien para cuando quieres leer o estar solo. Yo creo que nunca vienen mal más asientos pero mantenerlos cuesta lo suyo. Hay algunos vándalos que los destrozan".