Más de la mitad de los universitarios no conoce los servicios de prácticas y empleo de la universidad en la que estudia. Y ocurre que entre aquellos que sí los han utilizado, la nota no es muy buena. La valoración se sitúa en un 2,52 en una escala de 1 a 4. Un aprobado justito. Son datos que muestra el Barómetro de Empleabilidad y Empleo de los universitarios en España, elaborado por la Obra Social “la Caixa”, CRUE Universidades y la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid.

El estudio, que contado con la participación de más de 6.700 egresados de máster de 50 universidades españolas, analiza entre otras cuestiones los métodos de búsqueda de empleo de estos estudiantes. Los portales de empleo (59,3%), la “autopresentación” y el contacto directo (56,9%), junto a los contactos personales (54,4%) son los métodos de búsqueda utilizados por los titulados de máster consultados, mientras que alrededor de uno de cada tres (34,5%) recurrió a oposiciones o concursos y uno de cada cuatro (26,9%) lo hizo a través de los servicios de empleo de su universidad.

La búsqueda de prácticas, becas o periodos formativos no universitarios supone otro de los recursos empleados por casi uno de cada cuatro estudiantes, a los que se suman, en una proporción similar, las búsquedas en empresas de trabajo temporal o de selección de personal, la respuesta a anuncios en prensa o las propias páginas web corporativas (45,83% y 43,71%, respectivamente) y el autoempleo, opción señalada por uno de cada cinco (21,8%). Destaca igualmente la utilización de las redes sociales (36,2%) y de los servicios públicos de empleo (37,9%). Por el contrario, los menos recurridos son la “promoción interna” (11,9%), los “sindicatos y organizaciones similares” (10,4%) y las “asociaciones de ex alumnos” (9,6%).

Según el informe, los métodos más efectivos para encontrar trabajo coinciden con los más utilizados, aunque con variaciones en el orden de importancia, ya que a la cabeza se sitúan los contactos personales, por delante de la “autopresentación” y los portales de empleo, que pasan al tercer lugar. En cuarta posición se encuentra la respuesta a anuncios de prensa, por delante de las prácticas o becas universitarias.

Si se calcula la “tasa de efectividad”, como proporción de titulados que señalan que el método ha sido efectivo para obtener el empleo dividido por la proporción de los que señalan haber utilizado este método, los mejores resultados corresponden a los contactos personales (83,6% de los casos) y a la promoción interna (81%), lo que significa que ocho de cada diez personas que emplearon esos métodos consiguieron empleo.

Por otro lado, aproximadamente siete de cada diez titulados se consideran bastante o muy preparados para buscar empleo. El criterio más valorado para elegir un trabajo reside en el salario (79,2%), seguido del grado de relación con los estudios (69,6%) y la situación geográfica (58,8%), la adecuación a las circunstancias personales (55,5%) y el prestigio del empleador o del puesto (37,9%).

Casi uno de cada tres titulados de máster (29,6%) asegura que esta formación le ha ayudado a conseguir un empleo, una proporción que aumenta hasta el 40% en las enseñanzas de ciencias y cae al 22% en las Artes y Humanidades. En otros casos, estas titulaciones han contribuido a mantener sus trabajos (5%) o para mejorar sus condiciones laborales, aunque son mayoría los que asumen que cursar un máster no les ha servido para nada. Con todo, nueve de cada diez volvería a hacer un máster.