Ofensiva tributaria de la UE contra gigantes tecnológicos como Facebook, Apple o Google

  • Planea un impuesto del 3% sobre sus ventas que recaudaría 5.000 millones de euros al año.

La Comisión Europea ha propuesto este miércoles crear un impuesto del 3% sobre la facturación de las multinacionales digitales que podría recaudar unos 5.000 millones al año a los estados de la UE y que se aplicaría de manera "temporal" hasta que se reforme el Impuesto de Sociedad con el consenso de todos los países de la UE.

Bruselas apuesta por aplicar este gravamen sobre empresas que facturan 750 millones en el mundo y 50 millones en el mercado comunitario, lo que excluiría a las pequeñas y emergentes. Mientras se adoptan normas generales sobre el impuesto de sociedades, el gravamen ayudará a evitar que los países de la UE aprueben medidas "unilaterales" que puedan crear un "mosaico" de respuestas nacionales.

La tasa temporal gravaría los ingresos de actividades en las que los usuarios juegan un "papel importante" en la creación de valor y que son difíciles de "capturar" por las reglas fiscales actuales. Entre ellos, los generados por la venta 'online' de espacios publicitarios, la intermediación que permite a los usuarios interactuar para la venta de bienes y servicios.... y la venta de datos aportados por los propios usuarios.

Necesita la unanimidad de todos los países

El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ha presentado estas medidas con las que Bruselas pretende adecuar la fiscalidad comunitaria al nuevo entorno empresarial que protagonizan grandes tecnológicas, en su mayoría estadounidenses, como Google, Apple o Facebook. Y ha defendido que era necesario actuar antes de que los países legislen por su cuenta sembrando incertidumbre entre las empresas.

Bruselas destacado la "gran contribución" al crecimiento que han protagonizado negocios digitales, como las redes sociales o las plataformas colaborativas, pero admite que las reglas tributarias actuales "no están diseñadas" para cubrir a empresas globales sin presencia física. Mientras las empresas tradicionales pagan de media el 23,2 % de impuesto de sociedades, las digitales abonan solo el 9,5%.

Ante este escenario, la Comisión Europea ha presentado este miércoles dos propuestas que, sin embargo, necesitan el apoyo unánime de todos los socios para ser aprobadas. La propuesta de gravamen responde a la demanda de algunos países como Francia, España, Alemania e Italia, de crear un impuesto temporal que cubra las principales actividades digitales que en la actualidad no se gravan en la UE.

Además, Bruselas apuesta por revisar el impuesto de sociedades para que las compañías digitales paguen impuestos en el Estado en el que tenga una "interacción significativa" con los usuarios digitales. La revisión hará que los países graven los beneficios generados en su territorio, incluso si la firma no tiene presencia física en ellos. Nace de este modo la "presencia digital". Y permitiría aplicar el impuesto de sociedades a empresas que cumplan uno de los siguientes criterios: ingresar más de 7 millones, tener más de 10.000 usuarios en un año o cerrar más de 3.000 contratos de servicios digitales.

¿Una represalia contra el proteccionismo de Trump?

El Ejecutivo comunitario calcula que afectaría a entre 120 y 150 compañías (la mitad serían estadounidenses y un tercio europeas) pero matiza que no se trata de un impuesto contra las empresas estadounidenses ni una represalia ante los aranceles que EE UU prevé imponer a la importación europea de acero, pese a que la medida afectará a los gigantes tecnológicos estadounidenses y llega en un momento delicado de las relaciones transatlánticas.

"No es un impuesto contra los GAFA (Google, Amazon, Facebook, Apple) ni contra Estados Unidos (...) y respeta las reglas de la Organización Mundial del Comercio", insistió Moscovici. El secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, afirmó la semana pasada que su Gobierno "se opone firmemente a cualquier impuesto a la economía digital fijado por un solo país".

La propuesta pasa a manos de los Estados que deberán aprobarla por unanimidad y mañana tendrán un primer debate en la cumbre de líderes de los Veintiocho.  La unanimidad se antoja difícil por la tradicional oposición de países como Irlanda (sede de buena parte de las grandes empresas extranjeras con presencia en la UE), Luxemburgo o Malta a cualquier medida fiscal que mine su autonomía tributaria, clave para sus modelos económicos.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento