Un hombre murió hace unos días después de sufrir un accidente en un cine de Birmingham, Reino Unido. Durante la proyección de una película se le cayó el teléfono móvil al suelo e intentó recuperarlo quedando su cabeza atrapada debajo del asiento, según cuenta Mirror.

Fue la butaca, con un sistema novedoso que necesita de electricidad para funcionar, la que le produjo una descarga eléctrica que le provocó un paro cardíaco.

Su pareja y un empleado del establecimiento intentaron ayudarlo mientras llegaba la ayuda sanitaria, y cuando finalmente consiguieron liberarlo fue trasladado a un hospital de la ciudad, donde murió una semana más tarde.

Tras su muerte, un portavoz de los cines en donde ocurrieron los hechos ha confirmado que se ha abierto una investigación, y ofrece al mismo tiempo asistencia a la familia del fallecido.

Además, Mark Croxford, Jefe de Salud Ambiental en el Ayuntamiento de Birmingham, ha aclarado que está en curso otra investigación paralela sobre salud y seguridad tras el accidente.