Más de veinte libros, "pero todos son de política o reportajes", ha escrito la periodista Pilar Cernuda antes de atreverse con la novela.

Volveré a buscarte (La Esfera de los Libros) es su debut, y con él rinde tributo a las mujeres que se quedaron en Galicia, aquellas "viudas de vivos" -que decía Rosalía de Castro- mientras su maridos emigraban a América

¿Por qué ahora ficción?

Hacía tiempo que lo tenía en la cabeza. Cuando me presentaron en una conferencia como periodista y escritora, dije: yo no soy escritora, ya querría yo ser escritora. Y desde entonces está en mi cabeza.

¿Conforme con la definición de Alsina: La novela del sueño americano?

Bueno, es la historia de un gallego que se fue a Sudamérica, pero sobre todo es la historia de las mujeres gallegas que se quedaron atrás, una historia que se cuenta poquísimo y que he vivido desde mi niñez.

¿Cómo lo recuerda?

Mujeres cuyos maridos se fueron en el año 15 y estuvieron 30 años esperándolos. Hablamos de una España analfabeta, en la que no se sabía ni que era América ni dónde estaba. No sabían si eran viudas, si estaban casadas...

O si eran viudas de vivos...

Viudas de vivos, que decía Rosalía. Eran mujeres fuera de serie, eso lo he visto yo.

Y siempre en la sombra.

Se cuenta siempre la historia de los que fueron a América, tanto de los éxitos como de los fracasos, normalmente de los triunfadores porque los fracasados no quisieron volver ya que habían ido con la promesa de volver como triunfadores y no lo lograron.

Ya lo dice en el título Volveré a buscarte.

Claro, no podían o porque ya tenían otra familia allí o porque no habían triunfado. Es sorprendente que de las mujeress no se cuenta nada y la de Galicia es una historia de mujeres. Mujeres de una fortaleza y coraje enormes que sacaron a sus familias adelante. Es una enorme historia de tolerancia. Yo he vivido entre mujeres llenas de hijos nacidos fuera de matrimonio porque se quedaban viudas de vivos con 19 años y la tolerancia era absoluta. Se aceptaba, la gente lo comprendía.

Ahora, en ese escenario, ¿ habría igual tolerancia?

En Galicia sí, allí siempre he visto esa tolerancia, y por eso merecían que se contara su historia. Mujeres que sabían que su vida era esperar y sacar a su familia adelante. No se podía dejar que enloquecieran de pena y soledad, por eso tanta tolerancia.

Y que mantuvieron siempre la esperanza.

Efectivamente y siempre mantuvieron el recuerdo de sus maridos como algo idealizado para los hijos.

¿Forja el carácter de las generaciones posteriores?

Totalmente, y también te da rabia. He conocido casos de maridos que nunca dieron señales de vida y cuando llegó la vejez volvieron para que la mujer que dejaron se ocupe de ellos. Y he visto a las vecinas y amigas decirles: que no, que tú tienes tu vida... No te hagas cargo.

¿La mujer aguanta mejor la soledad?

Las mujeres aguantamos la soledad porque estamos obligadas a aguantarla por la cantidad de gente que depende de nosotras. Esto está cambiando, pero del tiempo que hablo es el de una sociedad analfabeta. Había desalmados que organizaban los viajes y los desembarcaban en Ferrol y les decían que estaban en América. Por eso en el libro están obsesionados con la educación, no saben leer palabras como aduana, hotel, el nombre de la calle. Y por eso se esfuerzan en aprender. Las primeras escuelas en Galicia las levantaron inmigrantes.

Hablando de educación, ¿las nuevas tecnologías nos han dañado?

Yo no estoy en ninguna red social y eso ya es un dato que demuestra lo que pienso de ellas. Es el mejor medio de comunicación que se ha inventado nunca y el peor utilizado. Es un lugar donde hay gente muy miserable y es un lugar lleno de desinformación. Y la pérdida de tiempo que supone... ¿Te metes en una red en vez de hablar con el de enfrente?

¿Y la televisión?

Es más peligrosa la red social. Se da todo por bueno. Hay tres Pilar Cernuda en Twitter y ninguna soy yo.

¿Cansada del análisis político?

No cansada, estoy harta del análisis político. Los que vivimos la Transición hemos vivido lo más glorioso y ahora se nos cae el alma a los pies por el nivel de la clase política. Me decía un diputado del PSOE: es que somos cuatro con experiencia. ¿Cómo es posible que el principal partido de la oposición solo tenga a cuatro? Y luego se lanza a las alturas un partido con ninguna experiencia política. Como no tiene experiencia de gobierno no sabe que hay promesas que no puede hacer porque quiebra el sistema. Los periodistas tenemos la responsabilidad de contar las cosas y hay muchos que no lo están haciendo.

Como mujer, ¿qué es lo que menos le gusta?

Ha habido una evolución enorme. Yo soy de la generación que nos hemos dejado la piel. Lo que no me gustan son las cuotas. Llevo 20 años diciendo que es una barbaridad, tenemos que llegar por nuestro valor. Me pone enferma que personas que defienden la igualdad de la mujer estén donde están por tener relaciones personales con determinados dirigentes. Cuando dejan de ser la pareja ya no cuentan con ellas. En mi tiempo eso no ocurría. Había mujeres importantísimas parejas de políticos con una carrera previa y cuando ellos dejaban de ejercer, ellas seguían con sus carreras. Y eso ahora ya no pasa.