que se ha organizado dentro de la programación del XXII Congreso de Historia del Arte organizado por la Universidad de Burgos y por el Comité Español de Historia del Arte durante, que se celebrará los días 19 a 22 de junio.

La exposición está comisariada por los profesores de la universidad de Burgos Matesanz del Barrio y René J. Payo Hernanz y está patrocinada por las Fundaciones Caja de Burgos y La Caixa.

Esta exposición es fruto de un largo proceso de investigación, llevado a cabo en el seno del área de Historia del Arte y dirigido por el profesor Matesanz del Barrio, que ha dado como resultado la catalogación de casi 70 tapices, muchos de ellos inéditos, y que convierten a la catedral de Burgos "en una de las más ricas poseedoras de este tipo de piezas artísticas" junto a la Seo de Zaragoza y a la catedral de Zamora, según ha explicado la UBU.

En la sala Valentín Palencia y la Casa del Cordón se exponen 9 tapices flamencos de la colección de la Catedral de Burgos, en la que resaltan obras de tema religioso y profano fabricadas a lo largo de los siglos XVI y XVII en los más relevantes talleres de estos territorios vinculados a la corona española, sitos en Bruselas, Enghien y Audenarde, entre otros.

La exposición muestra la riqueza de un conjunto en el que se pueden apreciar piezas de tránsito entre el Gótico y Renacimiento, como el tapiz del Regreso del Hijo Pródigo, tapices vinculados a talleres bruselenses del primer tercio del siglo XVI, como el que narra la muerte de Goliat por David, y otros ejemplares, tanto de índole religiosa en la escenificación del Génesis, como en temas de la historia antigua romana y griega, en los que descuellan la presencia de muy reconocidos pintores cartonistas como Michiel Coxcie y Pieter Coecke van Aelst, y tapiceros en

como Frans Geubels y Jan Aerts.

La muestra, que permanecerá abierta desde el día 12 de abril hasta el 30 de junio de 2018, se completa con varios documentos relativos a la historia de los tapices expuestos, así como paneles y audiovisual informativos, que reflejan en detalle el valor de estas obras tejidas, consideradas en la Edad Moderna europea como uno de los bienes artísticos más preciados.