Si se compromete a no cortarse el pelo por debajo de los tres centímetros de largo podrá evitar la prisión. Así lo ha dictaminado la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, que aceptó suspender el ingreso en la cárcel de un toxicómano a cambio de ese curioso requisito, tal y como ha adelantado el diario Público.

La explicación jurídica que el tribunal ha argumentado para tomar esta decisión es que el acusado deberá demostrar que se encuentra inmerso en un proceso para superar su adicción a las drogas sometiéndose a test periódicos que desvelarán si las ha seguido consumiéndo o no a través del análisis del rastro capilar que dejan esas sustancias.

A.F.C. —siglas del acusado— fue detenido en junio de 2016 en posesión de metadona, hachís y cocaína envasadas para su venta al por menor. También llevaba encima un centenar de comprimidos de benzodiacepinas de preparaciones comerciales que se expiden en farmacia bajo presentación de receta médica.

El juicio de la causa se celebró el pasado martes y en él, el hombre admitió los hechos y aceptó una pena de cuatro años y tres meses de cárcel, pero que después fue rebajada a tres años porque el tribunal aplicó una  anomalía psíquica provocada por su adicción a varias sustancias. Además, le impuso una multa de 2.800 euros.

El hombre ya había iniciado un proceso para desintoxicarse bajo tutela de la asociación Alborada, especializada en el tratamiento y reinserción social de drogodependientes, por lo que su abogado defensor pidió la suspensión de la pena de prisión alegando que estaba dispuesto a retomarlo. Ahí fue cuando los jueces aceptaron la oferta a cambio de que A.F.C. mantenga su compromiso de alejarse de las drogas y de que pueda probarlo.

Para ello deberá someterse a test periódicos a través del análisis toxicológico de su cabello, que permitan certificar que sigue limpio. Para que esas pruebas puedan realizarse, los especialistas precisan de una masa mínima de pelo del individuo, entre 60 y 100 miligramos. Una cantidad muy pequeña que puede obtenerse del pelo corto.

Pero dado que el cabello crece a un ritmo aproximado de un centímetro al mes, si el acusado se cortara el pelo por debajo de los tres centímetros anularía el rastro que habría dejado en él un hipotético consumo. De ahí la condición del juez: que se deje el pelo largo para constatar que sigue adecuadamente el tratamiento.