Solo dos de los acusados de Alsasua admiten un choque "verbal" con los agentes y tres dicen que no fueron al bar

  • El fiscal pide entre 12 y 62 años de cárcel para los 8 acusados por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas.
Juicio de Alsasua.
Juicio de Alsasua.
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Juicio de Alsasua.

Todos los acusados en el juicio por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua (Navarra) en 2016 han negado en la primera sesión de la vista su participación en los hechos. Solo dos, Jokin Unamuno y Ohian Arnanz, han admitido que se encararon con los agentes "verbalmente"; otros tres han afirmado con rotundidad que ni siquiera entraron en el bar Koxka, donde tuvo lugar la pelea.

Los ocho han decidido contestar solo a las preguntas de sus propias defensas o, en algún caso, a las de los demás. Ninguno ha querido responder al fiscal, que ha señalado durante la jornada algunas contradicciones en los testimonios. El Ministerio Público pide para los jóvenes entre 12 y 62 años de cárcel. A siete de ellos les achaca cuatro delitos de lesiones terroristas y, a la única acusada, amenazas terroristas.

Uno tras otro, han desmentido formar parte de movimientos como Alde Hemendik u Ospa o que hayan pedido en algún momento la salida de la Guardia Civil de Alsasua. Casi todos han asegurado, además, no conocer a los agredidos, salvo a la pareja de uno de ellos, que es el pueblo y ha compartido colegio o instituto con ellos. Algunos acusados han dicho que fueron "confundidos" con otros y todos niegan haber borrado contenidos de sus móviles que pudieran incriminarles.

Desde primera hora de la mañana han ido llegando a la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) personas procedentes de Navarra para arropar a los acusados, entre ellos el vicepresidente del Parlamento Foral, Unai Uhalde, de Geroa Bai, y la diputada de EH Bildu Bakartxo Ruiz. Tres de ellos han entrado en furgón policial al estar en prisión provisional y los otros cinco han sido aplaudidos y animados.

Así han sido las declaraciones.

Minuto a minuto

Terminamos aquí la narración. El juicio continuará durante dos semanas. Gracias por seguirnos.
Resumen de la jornada: todos los acusados han declarado que no participaron en ninguna pelea o agresión a los guardias civiles que les denunciaron. Solo uno, Jokin Unamuno, ha admitido que se encaró con uno de los agentes, pero por otro motivo: las multas de tráfico. Otro, Oihan Arnanz, admite un enfrentamiento "verbal" breve. Tres de los acusados han dicho que ni siquiera llegaron a entrar en el bar Koxka de Alsasua, lugar de los hechos.
El tribunal suspende la sesión hasta mañana a la misma hora (10 h).
Niega participación en movimientos o colectivos como Ospa. Termina la declaración.
La acusada dice que recriminó a la policía foral la dentención y que no hicieran nada cuando el guardia civil dio un manotazo a su amigo Iñaki, el anterior acusado, para tirarle el móvil. Admite que ese día estaba "alterada".
Turno para la última acusada: Ainara Urquijo. Niega que estuviera en el bar Koxka. "Estoy segura", dice. Si vio cómo detenían a Jokin Unamuno cuanto se acercó a la zona y le contaron que "había una bronca con unos guardias civiles".
Niega que estuviera ebrio o que agrediera a alguien el día de los hechos.
Tras los incidentes, llamaron al alcalde de Alsasua, cliente habitual de su bar. Una amiga le dio el teléfono. "De esa noche solo constan las llamadas al alcalde", afirma, "no borré nada".
Explica que se acercó con un grupo a la comisaría para "informarse" sobre la detención de su amigo Jokin. Él y otro fueron identificados por la policía foral; al otro lo detuvieron.
El acusado dice que el sargento de la guardia civil, que llevaba camisa blanca, le pegó un manotazo y le tiró el móvil al suelo. El vídeo no ha sido aceptado en el juicio.
Cuenta que a las 5 de la madrugada iba con amigos hacia otro bar y vieron los coches de policía al lado del bar Koxka. Se enteró de que habían detenido a Jokin Unamuno. Grabó con el móvil lo que veía fuera del bar: "El ambiente no era de tensión, aunque sí había cierto nerviosismo".
Turno para Iñaki Abad. Solo quedan dos acusados por declarar. También niega haber participado en los hechos. Conocía a los guardias civiles debido a su trabajo de camarero en otro bar que no era el Koxka; con ellos tenía un "trato normal" e incluso "bromeaban".
Niega haber participado en ninguna pelea. También comenta que se presentó en el juzgado cuando se enteró de que había sido identificado. El fiscal pide que se reproduzca una declaración anterior del acusado porque aprecia contradicciones.
Reconoce que estuvo en el bar Koxka, "al fondo". Dice que el ambiente era "festivo". Asegura que no presenció ningún incidente mientras estuvo allí. "No vi nada, solo que al rato alguien comentó que había unos guardias civiles pero no hice caso".
Turno de Aratz Urrizola. A los guardias civiles no los conocía, dice. Niega vunculaciones con Ospa o Alde Hemendik. El acusado declara que nunca ha sido multado por la guardia civil. (Foto: EFE).

Jon Ander Cob niega su vinculación con Alde Hemendik y Ospa. También niega tener relación con cualquier organización o grupo vinculado a ETA o su entorno. No ha pedido nunca, dice, que la Guardia Civil se vaya de Alsasua.


También declara que en la rueda de reconocimiento de noviembre de 2016 en la Audiencia Nacional había seis personas además de él, también presos de Alcalá Meco, "todos latinoamericanos". "Uno me dijo que era el único blanco y que no entrara, que era evidente que me iban a señalar".
El acusado explica que borró contenidos de su móvil de forma permanente por motivos ajenos a procedimiento. Tenía un vídeo de "tono erótico" con una chica y "por respeto a ella" lo eliminó.
Niega haber insultado a los guardias civiles, "soy pacífico". Cuenta que se presentó voluntariamente para declarar ante la jueza de instrucción cuando se enteró de que estaba siendo investigado.
"Yo soy bastante conocido en el Koxka, me encanta el bar", dice el acusado. Es amigo de la infancia de Jon Ander, y corrobora que este llegó hacia las 5. Le enseñan también la foto en la que salen todos. El acusado conocía a una de las parejas de los agente (María José), a la otra no.
Durante el tumulto en el bar, afirma, "estaba alejado, aunque el bar es relativamente pequeño". En ese momento estaba con tres o cuatro personas más. Niega haber participado en ninguna agresión o discusión.
Turno para Julen Goicoechea. Aquella noche fue a cenar con sus compañeros del equipo de fútbol. Después, fueron a un par de bares, incluido el Koxka. Allí estuvo unas cinco horas.
El acusado asegura que la noche de autos usara el móvil.
Niega tener ninguna vinculación con Alde Hemendik y haber participado en actos de Ospa. "No pertenecezo a ningún colectivo, políticamente soy bastante ignorante". Niega querer que las fuerzas de seguridad se vayan de Alsasua y dice que no ha sido multado por la Guardia Civil.

La letrada le pregunta por las aplicaciones que tenía instaladas en el móvil, sobre todo por Snapchat y Whatsapp. No desinstaló esta última días después de la supuesta agresión para ocultar hechos, "lo hacía esporádicamente para que no se sobrecargara el teléfono", dice.
El acusado declara que facilitó el pin del móvil en cuanto las fuerzas de seguridad se lo requirieron. Niega que el día de los hechos viera a Jokin, Adur y Ohian y que solo los conoce de vista; al resto tampoco los viol, salvo a Julen.
"Creo que me han identificado por una confusión visual, no creo que haya mala intención", añade. Lo identificó María José, pareja del teniente; se conocen desde el instituto. Dos de los acusados han dicho ya que en la rueda de reconocimiento los colocaron junto a personas extranjeras, por lo que su identificación, dicen, fue más sencilla.
Jon Ander Cob dice que estuvo media hora en el bar y luego se fue solo a casa. Dentro del local, afirma, hay poca luz por las noches. Sobre los agentes dice que no tenía nada contra ellos, que no les agredió y que nunca le pusieron ninguna multa.
Le enseñan una foto tomada dentro del bar Koxka. El acusado dice que el sargento no pidió ese día que lo detuvieran ni lo identificó como agresor.
Preguntó qué ocurría, ya que antes de entrar al bar vio una ambulancia y un coche de policía. Entró al bar después. La persona a la que preguntó era un sargento de la Guardia Civil, pero el acusado dice que lo desconocía.
No está de acuerdo con el escrito de acusación. Aquel día estuvo con dos amigos en el partido de pelota mencionado antes, explica. Después fue a un bar. A las 5 de la madrugada fue al bar Koxka, declara, pero niega que le llamaran para que fuera.
Turno para Jon Ander Cob. Contestará a todas las defensas, aunque solo su letrada le pregunta.
Los acusados han recibido el apoyo de varias personas a su llegada a San Fernando de Henares. (Foto: EFE).

Receso de diez minutos.
"La declaración la hice bajo el miedo que tenía", añade. Dice que después lo habló con su familia y con su abogado y que decidió colaborar y contar lo que vivió. Este acusado también declara que llevaba una ropa diferente a la que consta en la denuncia.
Oihan Arnanz niega haber borrado llamadas de su teléfono. De nuevo, el fiscal pide que se lea su declaración ante el instructor, porque aprecia "contradicciones". Entonces dijo que "no estuvo dentro del bar Koxka"; hoy ha dicho que sí. "Noté que se me quedaba la cosa grande", se explica, "me asusté".
Niega saber quiénes eran los agentes el día de los hechos. "¿Tiene usted algún problema con la Guardia Civil? ¿Tiene odio o animadversión hacia algún cuerpo de seguridad?", pregunta el abogado; "No", contesta él.
El acusado reconoce que se enfrentó "verbalmente" con uno de los agentes, pero insiste en que lo sacaron del bar Koxka. Según explica, cuando salió del bar ya había un cordón policial fuera.
Turno para Oihan Arnanz. "Me acerqué para tranquilizar la situación, en ese momento llegó un chico del pueblo y me sacó de allí, me dijo que no me metiese", afirma a las preguntas de su abogado. Tampoco responderá al fiscal.
La abogada le pregunta por su declaración ante el juez instructor. El acusado dice que fue "voluntariamente" y se ratifica en su contenido.
Adur recuerda que aquel año la Guardia Civil intervino para requisar unas "fallas" que iban a quemar. Niega haber agredido a los agentes. "La cosa terminó normal". Él también dice que ha partipado en las asambleas de Ospa de forma esporádica.

Le pregunta por el colectivo Ospa Mugimendua y la celebración de los Ospa Eguna. Conoce sus actividades y dice que muchos jóvenes del pueblo van a las asambleas. Niega ser uno de los promotores u organizar nada polémico en el Ospa Eguna de 2015, en el que hubo incidentes. "Participé con la charanga, era un día festivo", añade.
La abogada le pregunta ahora por lo que ocurrió el 12 de octubre de 2016, tres días antes de los hechos. Era el día de la Fiesta Nacional. Había una misa en la Iglesia de los Capuchinos de Alsasua. Niega que acudiera allí para increpar a nadie.
"¿Cómo es posible que el teniente o el sargento le identifiquen a usted como uno de los agresores?", pregunta la abogada; "Me gustaría saberlo a mi también, o no dicen la verdad o me confunden con otra persona", contesta el acusado.
Adur Ramírez refiere que durante todas esas conversaciones telefónicas él estaba en casa y que solo habló en ellas de su amigo que no aparecía, no de un plan para agredir a nadie. De los hechos acaecidos en el bar Koxka se enteró al día siguiente, afirma.
En el trayecto hacia su casa, dice, no pasó por el bar, ya que estaba en la otra dirección. Niega que alguien le llamara para avisarle de que la guardia civil estaba en el bar, aunque en su móvil hay registradas llamadas posteriores con Jokin. Reconoce que le llamó, pero para preguntar por otro amigo que no aparecía (Jon Kepa, el que se iba de viaje), "no me cogió". Después sí hablaron, pero dice que no comentaron nada sobre los agentes.
Niega que el día de los hechos estuviera "en toda la noche" en el bar Koxka. Declara que se fue a casa, "solo", hacia las 2 o 2.30 horas de la madrugada. Sí explica que estuvo cenando con amigos, entre los que estaba Jokin Unamuno, y luego fueron a un partido de pelota.
Turno para Adur Ramírez. Solo contestará a su abogada.
Se van a leer en voz alta las declaraciones judiciales previas del acusado, que no va a responder al fiscal. Su abogada se opone, pero el tribunal ha dado luz verde.
La letrada le pregunta por su relación con las movilizaciones de Alde Hemendik (Que se vayan) y las pintadas en el pueblo. Él niega toda vinculación. Ha comentado que el día de los hechos cenó en una sociedad para despedir a un amigo que se marchaba de viaje a Praga.
El acusado está respondiendo a su abogada. Ha dicho que cuando entró en el bar se enfadó con los agentes porque le habían puesto cuatro multas. "Le dije que menuda jeta que tenían porque se dedicaban a crujir a multas a los jóvenes del pueblo y que luego acudían a los bares", ha explicado. (Foto: EFE).

Jokin Unamuno confirma que participó en asambleas "esporádicas" del movimiento "Ospa Eguna" (Día de la huida), contra la presencia de fuerzas policiales, pero asegura que no es promotor.
El acusado niega que las llamadas previas a los hechos que quedaron registradas en sus móviles fueran para avisarse de que había guardias civiles en el bar. También niega que hablara con nadie sobre la presencia de los agentes o que preparara la agresión.
"Estaba muy borracho", explica el acusado, que enmarca los hechos que ocurrieron en el bar Koxka de Alsasua en octubre de 2016 "en un contexto de fiesta". "Si mi discusión con el teniente generó los hechos, lo lamento", asegura.
"Usted se acercó a los guardias civiles, ¿tenía usted la intención de agredirles, de pegarles?"; "No". "No me reí, ni me mofé ni insulte a nadie", ha añadido. Y dice que no se resistió a su detención.
El primero en hacerlo es Jokin Unamuno (24 años). El resto de acusados son: Ohian Arnanz, Jon Ander Cob, Julen Goicoechea, Adur Ramírez, Aratz Urrizola, Iñaki Abad y Ainara Urquijo.

El juicio de Alsasua (Navarra) ha comenzado este lunes. Durará dos semanas. Tras las cuestiones previas, los acusados han comenzado a declarar.
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