La matrícula de Ciclos de Formación Profesional Superior (CFPS) en Barcelona ha crecido un 52,8% entre 2007 y 2017, mientras que los estudiantes de Ciclos de Formación Profesional Medio (CFPM) han aumentado un 33% en esta década, según el primer Informe de Educación Postobligatoria y Prácticas Educativas Comunitarias, encargado por el Ayuntamiento de Barcelona.

En la presentación del estudio este lunes, el comisionado de Educación de Barcelona, Miquel Àngel Essomba, ha dicho que, en el caso del Bachillerato, las matriculaciones han aumentado un 0,1% -es la vía mayoritaria para los estudiantes que acaban la ESO (74,9%)-, mientras que, en los centros de Formación de Adultos, se ha perdido el 10% de los alumnos desde 2007.

Essomba ha destacado que el crecimiento de la matrícula en CFPS ha sido "absorbida" en mayor medida por centros privados, que han incrementado sus alumnos en cerca de un 60% -ante el 44,4% de los centros público-, y, en el caso de los CFPM, el 45% de los nuevos alumnos han entrado en centros públicos, frente al 24,5% que han ido a privados.

En el caso de la Formación de Adultos, la matrícula en los centros públicos ha bajado un 1,9%, mientras que en los centros privados ha descendido en un 69,3%: "El incremento de la matrícula de postobligatrios en los centros públicos ha sido del 97%, es decir, en una década se ha doblado la matrícula, mientras que en los centros privados ha sido del 25%", ha destacado el comisionado.

El director del Instituto de Estudios Regionales y Municipales, Ricard Gomà, ha remarcado la "fuerte presencia" de mujeres en la vía del Bachillerato y en CFGS, donde hay un 54,8% de mujeres matriculadas, al contrario que los Programas de Calificación Profesional Inicial (PQPI), con un 28,5%, y CFGM (37%), donde su presencia es inferior.

Gomà también ha subrayado la implantación desigual de centros de Formación Profesional (FP) por distrito: mientras el Eixample tiene una "gran diversidad" y absorbe el 100% de la matrícula de determinadas familias profesionales, otros, como Sant Andreu y Gràcia, no cuentan con ningún centro público de FP, lo que afecta a la población más vulnerable.

El estudio también señala diferencias en las ratios según los distritos: en el de Nou Barris, los grupos clase de CFPM tienen, de media, 32 alumnos por grupo, muy superior a los 24 alumnos de media en la ciudad, y aún más por encima de los 19,5 alumnos del Eixample, y, en el caso del CFPS, con una media en la ciudad de 24,5 alumnos, en Ciutat Vella se alcanzan los 27 inscritos por aula, mientras que el Eixample no llega a los 23.

En la CFPM, el 50,4% de los alumnos se concentran en cuatro especialidades: Sanidad, Informática y Comunicaciones, Transporte y Mantenimiento de Vehículos, y Hostelería y Turismo, mientras que en el CFGS, Servicios Socioculturales a la Comunidad, Sanidad, Informática y Comunicaciones, y Hostelería y Turismo suman el 47,7% de la matrícula.

Gomà ha destacado la incidencia de los centros privados y concertados en las familias profesionales con más matrícula, donde superan la mitad de los alumnos, es el caso de los estudios de las familias de Servicios Socioculturales y a la Comunidad (56,4%) y Informática y Comunicaciones (52,3%) en centros concertados, o en los estudios de Sanidad en centros privados (50,2%).

Asimismo, los centros cívicos municipales han incrementado las actividades formativas en un 12,6% en los últimos tres años, con cerca de 1.300 actividades más, mientras que las inscripciones han aumentado en 3.000 nuevas matriculaciones, y el consistorio cree que el éxito se debe a la flexibilidad y duración de los cursos, la composición social de los alumnos y la diversidad de los cursos, entre otros.

Essomba ha afirmado que el Gobierno municipal aprovechará los datos del informe para estudiar la diversificación de la oferta educativa; mejorar los programas de orientación; repensar y mejorar la propuesta de territorialización y mejorar la proximidad; fomentar la permanencia y la finalización de los estudios, así como la coordinación interinstitucional.