Precedidos por el testimonio de la actriz Mina El Hammani y del artista de dominicano Alonso Cuevas, un total de diez inmigrantes -seis mujeres y cuatro hombres-, todos ellos residentes en la Comunidad y en representación de alguna de las oenegés que operan en Castilla y León, ha leído un breve discurso para poner voz a las demandas del colectivo.

El encargado de abrir el turno de intervenciones ha sido el venezolano Manuel Alejandro Medina, quien ha afirmado sentir la fiesta de la Comunidad "como un castellano más", porque siente que la presencia de inmigrantes "enriquece la convivencia". Una presencia que ya suponía en 2017, según los datos del INE a los que ha remitido Medina, más del 5 por ciento de los 2,2 millones de empadronados en Castilla y León y un 2,79 por ciento de la población nacional.

En clave reivindicativa, Emeline Estelle, nacida en Camerún, ha apuntado que el acceso al empleo "no es un mecanismo sencillo", lo que hace que la integración social se convierta en una "utopía". En este sentido, ha destacado el valor del trabajo como factor integrador para "cohesionar una sociedad diversa, pero con igualdad de trato". Además, al reto laboral, Estelle ha sumado la necesidad de "acabar con las etiquetas y estereotipos" para que se les mire por su "talento" y no por su sexo u origen.

A pesar de ello, Domingo Radhamen, de República Dominicana, ha señalado que la diversidad cultural puede ser vista como "fuente de conflicto" o como "la mayor de las riquezas". En su discurso, ha animado a decantarse por esta segunda opción, pues "la realidad migratoria ha incrementado la diversidad cultural de la sociedad" y ha dado lugar a un "patrimonio común" que debe ser "objeto de protección por parte de todos los que habitan esta tierra".

Sin embargo, "para que las diferencias y los diferentes se sientan incluidos, es necesario que las administraciones financien políticas que impulsen los valores de esa diversidad cultural y su gestión positiva". Además, son los organismos públicos los que deben "liderar" el proceso de abolir los discursos que "buscan en el diferente la causa de la inseguridad ciudadana", ha concluido Radhamen.

El venezolano Luis Campos ha hecho hincapié en la "época de evolución" con "nuevos ritmos, tecnologías y modelos de comunicación" que la sociedad vive actualmente. Por ello, ha reclamado que, de forma paralela, las administraciones favorezcan "nuevas formas de diálogo social" a fin de "crear espacios donde compartir ideas" que permitan la creación de una "identidad común" que, al mismo tiempo, "respete las diferencias de sus integrantes".

NACIDOS EN PAÍSES QUE NO ELIGIERON

Por su parte, Mikael Chreika, nacido en Siria y estudiante de Medicina en la Universidad de Valladolid, ha recordado que los emigrantes "nacen libres en países que no eligieron, lugares pobres con conflictos bélicos" de los que se ven obligados a huir.

"La migración es un hecho social y natural vinculado a las personas a través de los principios de dignidad y libertad", ha destacado, y ha pedido que el progreso científico se ponga al servicio de la humanidad, una reivindicación unida a sus petición de que los países desarrollados dejen de fabricar armas.

VIVIENDA DIGNA, SANIDAD Y PRESTACIONES SOCIALES

La reclamación de una vivienda digna ha llegado de boca de la marroquí Hanane Bahar, un derecho que hoy en día es "casi un sueño", pues desde el inicio de la crisis muchas familias se han visto afectadas por desahucios. "La situación ha afectado también a inmigrantes con trabajos inestables y sin un techo digno se hace difícil trabajar estudiar o crecer adecuadamente", ha lamentado Bahar, quien ha solicitado a las instituciones que "articulen las medidas necesarias para evitar la exclusión social que supone carecer de vivienda".

De igual modo, Estela Rosario Mújica, nacida en Venezuela, ha reivindicado "mayores prestaciones" sociales accesibles a todas personas con dificultades. Pero, al mismo tiempo, ha señalado que estas prestaciones han de ser "último soporte", con predominio de la integración en el mercado laboral.

La hondureña Teresa Guadalupe, ha suscrito las palabras de su predecesora en la tribuna al subrayar las "dificultades" que supone buscar trabajo en el contexto de un país diferente, a pesar del "empeño en reciclarse y formarse". Tener un trabajo, ha agregado, significa integrarse en la comunidad, por lo que ha reclamado "igualdad de oportunidades" para desarrollar un trabajo que le permita vivir "dignamente".

La reclamación sanitaria ha corrido a cargo de Kenia Cabrera Reinoso, nacida en República Dominicana, quien ha solicitado una garantía de atención médica a las personas mayores, quienes deben contratar un seguro privado, puesto que se les deniega la tarjeta sanitaria.

Por último, la marroquí Soumia Laamiri ha ensalzado la aportación de las personas inmigrantes a la sociedad castellanoleonesa, pues su participación es cada vez mayor en todos los ámbitos -Empleo, Sanidad Educación y derechos sociales-, y aunque "queda mucho por avanzar", espera que se sienten las bases para una "convivencia mas armónica" en una Comunidad que, como señalaba al inicio del manifiesto Manuel Alejandro Medina, "ya sienten como propia".