La discriminación hacia los gitanos no deja de aumentar. En 2017, la Fundación Secretariado Gitano registró un total de 202 casos de exclusión hacia personas de esta etnia (dentro de estos casos hay más de 330 personas afectadas, ya que muchas de las reclamaciones son colectivas).

Los ámbitos en los que se detectan más este tipo de incidentes son los medios de comunicación e Internet, el acceso al empleo y las entradas a centros comerciales, restaurantes o lugares de ocio.

El ámbito en el que registran más denuncias es en los medios de comunicación y redes sociales (con un 33% de denuncias llegadas a sus oficinas). Desde esta fundación aseguran que reciben «muchos casos en los que por parte de los medios de comunicación se menciona a la etnia cuando no es necesario para la comprensión de la noticia, y también numerosos discursos de odio a través de redes sociales».

Por otro lado, Secretariado Gitano muestra su preocupación por las trabas para conseguir un empleo (el 21% de las reclamaciones). Por ejemplo, cuando una persona va a buscar un trabajo y le identifican como gitano por «su forma de vestir o la zona en la que vive», en muchas ocasiones se les niega la entrevista o se les dice que el puesto ya está ocupado.

En tercer lugar, los gitanos encuentran problemas para acceder a centros comerciales o lugares de ocio y restauración (son el 15% de casos). Esto se debe, aseguran desde la organización, a «la presunción de que una mujer gitana tiene que ir a los centro comerciales a robar»

En muchas ocasiones, los casos no llegan a los juzgados porque las personas que sufren este tipo de discriminaciones «tienen miedo a las repercusiones y no se sienten empoderadas para reivindicar sus derechos».

Sin embargo, a principios de marzo llegaba a los juzgados de Madrid un caso de discriminación que iba a marcar un punto de inflexión en el resto de sentencias. El Juzgado de lo Social de Madrid reconoció a una joven gitana la vulneración de su derecho a la no discriminación por origen étnico. La chica quiso optar a una plaza de enfermera por sustitución en un hospital de Madrid. Durante el periodo de prácticas el coordinador le preguntó de dónde era e insistió en conocer si realmente había nacido en Sevilla.

Finalmente, le preguntó si era gitana y al contestar que sí le comenzaron a pedir documentos que antes no le habían requerido, como el certificado de antecedentes penales. La joven finalmente no fue contratada. Para la Fundación este caso es un «referente» tanto por la «valentía y fuerza» que tuvo la denunciante como por «la buena disposición de la empresa» para reparar los daños de la víctima. L

Sara conoce de primera mano lo que es ser gitano y ser discriminado. Desde pequeña vió como la desigualdad formaba parte del día a día en su familia y decidió estudiar para combatirla.

¿En qué momento decidió ser abogada? De pequeña veía que algunos de mis hermanos tenían problemas para poder acceder al empleo o a una vivienda por tener un aspecto muy asociado a la comunidad gitana.Todo esto hizo que me generase mucha inquietud los temas de igualdad y la carrera que estaba más ligada a este tema era la de derecho.

¿En su casa cómo sufristeis la discriminación? Fue muy resaltado en el tema de la vivienda. Nos decían que los vecinos no quierían personas gitanas, o que cómo se enterasen de que una persona gitana va a comprar una vivienda iban a espantar al resto.

¿Y en el colegio? Yo no viví ningún tipo de discriminación en el colegio, al revés. Lo que si me chocó muchísimo en la universidad es que solo me encontrase yo como gitana, que en un aula de derecho de unas 300 personas la única gitana era yo.

¿Ha sido difícil llegar hasta donde ha llegado? Sí. Mi punto de partida no era el mismo que el de el resto. A mi me tocó abrir brecha. En mi casa existía el miedo de que yo dejara de ser gitana por estudiar y no tenía el mismo arrope educativo porque mis padres no tuvieron formación.

¿Y cómo lo lograste? Ha sido a base de esfuerzo y de mentalizar en mi propia casa que yo quería estudiar. Ahora lo digo con mucha serenidad, pero tener que luchar a los 14 años que tú quieres estudiar no es fácil. Pero también ha sido gracias a mis padres porque acabaron escuchando lo que yo quería, valoraron y apostaron por mi

¿A qué crees que se deben los estereotipos que hay sobres los gitanos? Al desconocimiento.También favorecen poco determinados programas televisivos como Palabra de Gitano, Gipsy Kings.... Hacen una caricatura y las personas que no conocen a los gitanos se cree que ser gitano es eso.

¿En algún momento de plateaste abandonar? Tuve un momento muy crítico antes de selectividad. Veía que mi familia no lo pasaba bien por mis decisiones. Esto me hacía sentir un poco culpable y me llegué a plantear el abandonar para ahorrarme todo ese trance.

¿Qué les dirías a esos niños que están planteándose dejar los estudios? La educación en la llave de tu futuro, la comunidad gitana necesita que cada vez seamos más en puestos de responsabilidad. La sociedad está abierta y si eres un buen profesional vas a tener tu oportunidad.