Un grupo de unos 50 bomberos del Ayuntamiento de Madrid tratan aún de localizar entre los escombros del edificio derrumbado parcialmente este martes en el número 19 de la calle General Martínez Campos (distrito de Chamberí), a dos obreros que se encontraban en el interior del inmueble. Las labores de rescate continuaron sin éxito durante la noche del martes y desde primera hora de la mañana de este miércoles. Los efectivos desplegados han decidido eliminar las partes más inestables del edificio con una grúa.

Los dos desaparecidos son Agustín Bello Moreno, de 42 años y vecino de Parla (Madrid), y José María Sánchez Tejeda, de 56 años y natural de Malpartida de Plasencia (Cáceres). Cuando se desplomó el forjado, uno de los obreros se encontraba en el quinto piso, mientras que el otro estaba en el interior del edificio pero no se sabe con exactitud dónde. Los expertos dan un máximo de 72 horas para encontrarles con vida.

Al parecer, Agustín Bello no estaba trabajando en la obra, sino que había pasado a visitarla, según declaró este miércoles su hermano Roberto Bello, uno de los encargados de la construcción. "Vino de visita a saludarme y tras surgir un problema le dije: espérate aquí, y cuando fui a subir fue cuando se cayó", dijo Roberto Bello al programa Madrid Directo, de Telemadrid.

Rooberto Bello manifestó que, igual que le había pasado a su hermano le podría haber pasado a él. "A una desgracia muy grande no hay que darle más vueltas", añadió. El encargado explicó que su hermano salió de trabajar a primera hora de la tarde y se pasó por allí para que le hiciera "de guía turístico" y le enseñara las obras que iban a convertir el edificio en pisos de lujo "curiosos y bonitos".

En el operativo de salvamento se están utilizado perros especializados de la Policía Nacional y de la Policía Municipal y un robot de los bomberos para poder extraer todos los escombros y los elementos pesados. También se han utilizado detectores de sonido, así como cámaras y micrófonos. Desde Emergencias Madrid destacan la complejidad de las tareas, porque el riesgo de desprendimiento parcial persiste. De hecho, los vecinos de los edificios colindantes, que fueron desalojados este martes, no habían podido volver a sus casas todavía este miércoles por la noche.

Además, el martes los sanitarios del Servicio de Urgencia Médica de Madrid (Summa) tuvieron que atender también a un obrero de unos 40 años con una herida en un codo, según indicaron fuentes de Emergencias 112.

Parte del forjado del edificio en obras se vino abajo sobre las 17.00 horas, por causas que se desconocen y los escombros cayeron a un patio interior del inmueble. Se trata de un edificio de siete alturas en el que se estaban acometiendo obras de rehabilitación, por lo que se encontraba vacío, salvo por varios operarios que estaban trabajando en el momento del derrumbe.

"Se ha caído el forjado de la séptima planta y ha arrastrado al de las plantas inferiores, quedando una montaña de escombros sobre el techo de un patio interior situado a la altura de la segunda planta", explicó la portavoz de Emergencias Madrid. "Sentí un golpe muy pesado, fuerte y continuo y salí a la calle, donde había mucho polvo y vi a varios obreros corriendo", relató Alejandra Betancourt, que trabaja en el número 21 de de la misma vía.

Esta mujer dijo que el edificio derrumbado llevaba en obras "un mes o mes y medio" y que estaba en rehabilitación para albergar pisos de lujo. Las labores de los bomberos del Ayuntamiento se centraban ahora, aparte de en la búsqueda de los dos obreros desaparecidos, en apear, consolidar y reforzar la estructura del edificio siniestrado.

Con carácter preventivo, el Samur-Protección Civil desplazó al lugar varias UVI móviles y psicólogos. En el lugar del siniestro el concejal de Seguridad, Javier Barbero, dijo que se trataba de un edificio vacío que estaba en obras: "Se ha caído el forjado desde la séptima a la segunda planta y echamos en falta a dos personas del grupo de trabajadores, unos 18 o 20, que estaban dentro, el resto afortunadamente ha podido salir", dijo.

"Los bomberos están intentando entrar con mucho cuidado, asegurando lo más posible porque ha habido algunos desprendimientos parciales después del primer derrumbe", explicó. Los dos edificios colindantes al siniestrado y que están ocupados por oficinas fueron desalojados, "no porque haya riesgo sino por una cuestión de prevención y de precaución", precisó Barbero.

La Sección de Siniestralidad Laboral de la Fiscalía de Madrid ha abierto una investigación sobre este suceso y ha dado instrucciones a la Policía Judicial para que se aclaren las circunstancias de lo sucedido.

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, volvió a visitar la zona este miércoles, tras haber acudido también el martes, y comprobó "sobrecogida" el "drama" que allí se está viviendo. Carmena recalcó que los permisos de la obra de rehabilitación del edificio estaban "en regla", aunque ahora no es el momento para analizar "lo que está bien o lo que no".

Al lugar de los hechos también han asistido los portavoces municipales de los grupos en el Ayuntamiento de Madrid, así como Luis Martínez Hervás, alcalde de Parla, localidad de la que es vecino uno de los desaparecidos.

El edificio, construido en 1931 y propiedad de la compañía Rockefeller, llevaba varios meses en obras porque en él se iban a construir viviendas de lujo.