Varios miembros de la Academia Sueca supeditan su vuelta a la renuncia del exsecretario implicado en el escándalo

El rey Carlos Gustavo de Suecia (d) entrega el Premio Nobel de Física 2015 al profesor canadiense Arthur McDonald (i), durante la ceremonia de estos galardones celebrada en la Sala de Conciertos de Estocolmo, Suecia.
El rey Carlos Gustavo de Suecia (d) entrega el Premio Nobel de Física 2015 al profesor canadiense Arthur McDonald (i), durante la ceremonia de estos galardones celebrada en la Sala de Conciertos de Estocolmo, Suecia.
Jonas Ekstromer / EFE
El rey Carlos Gustavo de Suecia (d) entrega el Premio Nobel de Física 2015 al profesor canadiense Arthur McDonald (i), durante la ceremonia de estos galardones celebrada en la Sala de Conciertos de Estocolmo, Suecia.

Tres miembros salientes de la Academia Sueca han supeditado a la renuncia del exsecretario Horace Engdahl su vuelta a la institución, para resolver la crisis provocada por el caso de filtraciones y supuestos abusos sexuales que ha provocado el aplazamiento de la concesión del Nobel de Literatura de este año.

La exigencia aparece formulada en una carta entregada al actual secretario provisional, Anders Olsson, y firmada por sus dos predecesores en el cargo -el principal de la Academia-, Peter Englund y Sara Danius, además de Kjell Espmark.

"En la peor crisis en la historia de la Academia quienes dejamos el trabajo estamos listos a ayudar en la reconstrucción. Un primer paso sería elegir a un destacado jurista para la silla número uno, una condición irrenunciable es que el incansable defensor del perfil cultural, Horace Engdahl, deje la Academia", señala la carta.

El "perfil cultural", como lo llaman los medios suecos, es Jean-Claude Arnault, artista de origen francés casado con la académica Katarina Frostenson, al mando de un club literario vinculado a la institución y acusado por varias mujeres de abusos en una denuncia anónima difundida en noviembre.

Engdahl es la cabeza visible de uno de los dos bandos enfrentados por el caso Arnault y ha lanzado duras acusaciones en los medios contra los miembros salientes, sobre todo Danius.

Ocho académicos han abandonado la institución en las últimas semanas, aunque solo cuatro han confirmado su renuncia por escrito.

Del escándalo a la ¿confianza?

En la carta, difundida por digitales suecos, acusan a Engdahl de profundizar la crisis y le piden asumir su responsabilidad, ya que consideran que sin su renuncia es "imposible" recuperar la confianza en la institución y el Nobel de Literatura.

Al estallar el escándalo, la Academia encargó una auditoría, que descarta influencia de Arnault en decisiones sobre premios y ayudas, aunque el apoyo recibido incumple las reglas de imparcialidad al ser su esposa copropietaria del club; y confirma que la confidencialidad sobre el ganador del Nobel fue violada en varias veces.

La Academia Sueca ha impulsado varias reformas en las últimas semanas, como un cambio en los estatutos para posibilitar la renuncia real de sus miembros y la elección de nuevos, y recurrir a un grupo externo de expertos en derecho, resolución de conflictos, organización y comunicación.

La decisión más controvertida fue la de aplazar el Nobel de Literatura, por primera vez en siete décadas, y que supone que en 2019 se otorgarán dos premios, una medida justificada por la falta de confianza y el debilitamiento de la institución.

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