Es una de las partes más difíciles de la interpretación hasta el punto en que estrellas del cine se niegan a hacerlo, ponen condiciones, tardan años o incluso se arrepienten. Desnudarse ante la cámara es un examen para las actrices y dicen que muchas acaban aceptando para demostrar su valía como actriz.

Uno de los casos más llamativos es el de la ganadora del Oscar Sandra Bullock, quien no rodó su primera escena sin ropa hasta los 44 años, para la película The Proposal. "Es mi primera y última vez", explicó la actriz, quien bromeaba con los cuidados y precauciones que tomó para lucir cuerpo a esa edad en la gran pantalla: "Me tomé en serio el gimnasio y dejé los carbohidratos", explicó entonces. Otra de las que aceptó pasada la barrera de los 40 fue Meg Ryan, en la película In the Cut (En carne viva), una cinta de 2003.

Si para Bullock fue el último, otras parece que se quitaron la vergüenza con el primero. Ejemplo de ello fue Kate Winslet, quien tras 'estrenarse' en Titanic (primera vez en la gran pantalla, que no de su carrera) no ha rechazado más escenas sin ropa. Otras, sin embargo, fueron precoces y no parece que vayan a repetir en el futuro, como es el caso de Katie Holmes, esposa de Tom Cruise, quien hizo su primera escena en 2000 (con 22 años) para el filme The Gift.

Entre los que primeros desnudos que más escándalo provocaron encontramos el de Angelina Jolie. En 1995 hizo un 'semi-topless' en Hackers, pero el gran destape llegó en 1998, en la película Gia, donde sus escenas de amor lésbico causaron gran revuelo e incluso sufrieron la censura. Denise Richards también debutó con una escena lésbica y también fue en 1998, en Wild Things.

2001 fue el año del destape de Halle Berry, quien apareció desnuda en Swordfish y también en Monster's Ball, cuya interpretación le valió un Oscar. Menos suerte con su debut tuvo Anne Hathaway, quien apareció sin ropa por primera vez en la cinta Havoc, que ni siquiera llegó a proyetarse en cines de EE UU, por lo que casi podría considerarse el 'topless' de Brokeback Mountain su primera vez.

Entre las arrepentidas están, por ejemplo, Natalie Portman, quien apareció en Hotel Chevalier, de Wes Anderson, como Dios la trajo al mundo.

Por cierto, el primer desnudo femenino e integral de la historia del cine comercial data de 1933 y fue protagonizado por la actriz vienesa Hedy Lamarr.