Somos de plástico. Lo consumimos. Lo acumulamos. Le damos forma. Creamos continentes flotantes. Lo vemos barato y nos lo venden tirado. Ni reutilizamos, ni aprendemos. Hemos tenido que retratarnos una vez más como crápulas de mil demonios para que por fin se pidan cuentas también al productor de la cadena y no solo al consumidor. Reciclemos de una vez.
Contenido relacionado:
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios