CARLOS G.MIRANDA. ESCRITOR
OPINIÓN

Carta a Andrea Levy, de un escritor: No ayuda que nuestro presidente desayune con el Marca

Carlos G. Miranda.
Carlos G. Miranda.
CARLOS G. MIRANDA
Carlos G. Miranda.

Querida Andrea,

Aquí un escritor de novelas y libros que nunca citarás en tus entrevistas porque no me publica Libros del Asteroide, ni Blackie Books, ni ninguno de esos sellos molones que llenan tus estanterías. Soy autor 'mainstream', de los de las editoriales que sacan libros de Stephen King. Te escribo porque he leído la entrevista en la que te declaras reivindicativa y revolucionaria, como poseída por el espíritu de Lorca. Esa naturalidad con la que dices que te sale acercarte a Fante y Stendhal espero que sea mayor que la de tus respuestas, aunque te entiendo porque a mí me ocurría lo mismo cuando paseaba por la universidad con Peleando a la contra, de Bukowski, debajo del brazo (se me perdió el libro en cuanto conseguí ligar).

No me voy a unir a los que te critican por vivir una supuesta contradicción por ser culta y de derechas. La camiseta de la superioridad intelectual le sienta igual de mal a los dos lados. Además, que seguro que tú querías mostrar tu apoyo a las letras y no hacer un alarde lector. Lo que te voy a contar es lo que supone dedicarse a escribir en un país en el que el 36,1% no lee libros nunca o casi nunca. El origen de este drama está en la educación, en que ahora leemos el móvil en el metro y en que la piratería ahoga al sector, pero no ayuda que nuestro presidente desayune con el Marca y a Borges le llame José Luis. Tampoco que se haya eliminado del bachillerato la asignatura de Literatura Universal.

Ser escritor en España es trabajar de noche en un manuscrito, cruzar los dedos para que te lo compren por un buen adelanto (algunas editoriales no sueltan un euro hasta que recuperan la inversión, a lo punk), cruzar los pies para que acabe bien colocado en las librerías y poner velas a San Jorge para no encontrarte al tiempo en la mesa de saldos. Además, tienes que dar clases, escribir guiones, cartas en prensa como ésta y lo que haga falta, que la cuota de autónomos la habéis subido. Peor lo tienen los que se quieren jubilar, que no les dejáis cobrar la pensión si aún tienen ganancias de libros por ahí…

Dices que la cultura ha de ser razón de Estado y que tenemos un patrimonio cultural que lo merece. Yo te cuento que las ayudas para escribir que he recibido han sido de iniciativas privadas porque escasean las públicas. En Islandia (te sonará, que Björk es de allí) tienen los mejores índices de lectura del mundo y cuentan con sueldos estatales para escritores. Tanto no pido, pero al menos que no me digan en bibliotecas públicas que les han vuelto a recortar el presupuesto para comprar libros. Tampoco que me cuenten en el club de lectura de un instituto que los alumnos tocan a un ejemplar para cada diez.

A ver si sacas algo de tiempo, entre leer y defenderte en Twitter de los que te dicen que lo tuyo es postureo, para contribuir con ese impulso revolucionario a que tu partido mejore la situación de los escritores. Además de las letras, necesitamos que nos salgan los números para vivir.

Abrazos,

Carlos

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