Suena a chiste eso de la crisis del cuarto de siglo. ¿Jóvenes preparados... al borde de la depresión? Siempre hemos pensado que las crisis, a partir de los 40, ya si eso. Pero no.

Los de mi generación crecimos con la promesa "Estudia y tendrás un futuro mejor", "Estudia y vivirás mejor que tus padres". Ilusos de nosotros, creímos. Nos ilusionamos con una idea de lo que sería nuestra vida. Perdón, de lo que nos dijeron que sería nuestra vida. ¡Cuánta ingenuidad!

Hincamos codos con la generación del 27, con Platón y las dichosas integrales, pero nadie (ni en clase ni en casa) nos habló de la frustración. Hasta que becarios, parados y precarios tropezamos con ella a fin de mes. Tendremos un 10 en estudios, sí, pero suspendemos en felicidad.