El número de españoles residiendo en el extranjero no deja de crecer. Ya son casi 2 millones y medio los que viven fuera y ha aumentado un 4,4% respecto al año anterior, según los datos que hizo públicos el INE ayer. Además la cifra ha crecido en un millón de personas desde 2009, cuando apenas residía fuera un millón y medio de españoles.

El relato de jóvenes, muchos de ellos universitarios, expulsados por la falta de oportunidades y la crisis es la imagen que más ha aparecido en los medios y en las conversaciones cotidianas en los últimos tiempos. Y es también la imagen que a la mayoría se nos viene a la cabeza al pensar en españoles en el extranjero. Muchos jóvenes muy preparados se han marchado porque sentían que no encontraban oportunidades aquí. Y es un relato y un problema que como sociedad nos conmueve y debería preocuparnos, especialmente si son personas que querrían volver y no pueden porque no ven oportunidades aquí. Pero ni es éste el único perfil, ni es el más numeroso.

Cuando oímos "españoles" pensamos en una joven de Madrid o un señor de Murcia, pero en términos estadísticos tan españoles como ellos son quienes nacieron en Quito o en Lima y tras pasar un tiempo residiendo legalmente en España adquirieron la nacionalidad española. Por eso, para comprender mejor la cifra que se publicaba ayer y entender quiénes son resulta útil distinguir al menos entre quienes nacieron en España y quienes lo hicieron en el extranjero.

Según cifras oficiales, actualmente hay casi 800.000 españoles nacidos en España residiendo fuera. Un número bastante alto, pero que en realidad ya lo era también en 2009, cuando eran más de 600.000. Por tanto, si nos atenemos a las cifras oficiales, en estos 8 años habría aumentado "sólo" en 200.000 la cifra oficial de españoles (nacidos en España) en el extranjero.

Sin embargo, todo apunta a que hay muchos más. El criterio para ser incluido en este registro es estar inscrito en la Oficina Consular del lugar de residencia. Y no todos los españoles lo hacen porque tiene costes. El coste de ir hasta la oficina y demostrar que tienes intención de vivir allí mucho tiempo. Y el coste de ser dado de baja en España. No es fácil estimar cuántos están realmente fuera, pero los estudios apuntan a que el subregistro consular es de aproximadamente el 50%, y también por estadísticas en los países de destino sabemos que la cifra de españoles en el extranjero podría ser el doble de la que reflejan las cifras oficiales. Hay al menos 800.000 viviendo fuera, pero seguramente sean más.

Cada año siguen llegando extranjeros a España, incluso en los peores años de la crisis. Pero la cifra de nacidos en el extranjero que regresan a sus países o se marchan de España u otro país no ha dejado de aumentar, y lo ha hecho a un ritmo mayor que el de los españoles nacidos en España.

Tan preocupante debería ser que los nacidos en España se vayan como dejar de ser un país atractivo en el extranjero. No siempre es fácil ver los beneficios de la inmigración, y más en un mundo como el actual en el que cada día ponemos muros nuevos frente al otro. Pero si nos preocupa que los nacidos en España tengan que irse a trabajar a otros países, también nos debería preocupar que los nuevos españoles sientan que aquí tampoco hay oportunidades para ellos.